¿En qué consiste el síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia se trata en una serie de
síntomas psicológicos y físicos que aparecen cuando el paciente reduce notablemente la
ingesta de una
sustancia a la que su cuerpo se ha vuelto completamente
dependiente. En el momento en que el consumo de una sustancia se retira completamente o se reduce, el organismo llega a
provocar reacciones para
reajustarse a su ausencia, creando los síntomas que conllevarían al síndrome de abstinencia.
Esta situación puede provocarse debido a la
irrupción del consumo de una gran cantidad de sustancia, como puede ser la
cafeína, algunos
antidepresivos, el
alcohol o el
tabaco, entre otros.
Los síntomas o la gravedad que pueda llegar a provocar el síndrome de abstinencia están ligados a la
sustancia afectada, la
duración y la
intensidad de su ingesta. Además, también llegan a tener un peso importante los factores genéticos y psicológicos.
Síntomas del síndrome de abstinencia
-Síntomas físicos
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Temblores
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Taquicardia
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Nauseas y vómitos
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Diarrea
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Convulsiones
-Síntomas psicológicos
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Ansiedad
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Depresión
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Insomnio y pesadillas
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Agitación
El síndrome de abstinencia no solamente puede llegar a ser peligroso, sino que también
mortal, en el caso de
la abstinencia del alcohol y las
benzodiacepinas, llegando a provocar incluso trastornos del ritmo cardíaco.
Diagnóstico del síndrome de abstinencia
El diagnóstico ligado al síndrome de abstinencia está ligado a la
historia clínica del paciente, además del tipo de sustancia en cuestión y al análisis de los diferentes síntomas. Una de las pruebas más eficaces a la hora de diagnosticarse son
análisis de orina o sangre, evaluando la presencia de la sustancia en el cuerpo y evaluar el estado de salud de la persona.
Tratamiento del síndrome de abstinencia
A la hora de tratar con eficacia el síndrome de abstinencia, existen distintas fórmulas en función de la
sustancia involucrada y de los síntomas que sufra el paciente. El abordaje a este síndrome consiste en incluir medicamentos para aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones.
También se llegan a utilizar
fármacos para ayudar a disminuir los
antojos por la sustancia, además de controlar las náuseas y los vómitos, junto con la prevención de convulsiones. En la mayoría de casos la ayuda de un psicólogo es esencial para dar soporte y terapia conductual, permitiendo que el paciente logre hacer frente a la abstinencia.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.