¿Qué es el sarcoma?
El sarcoma es un
tipo de cáncer que se origina en las
células del tejido conectivo, es decir, en los huevos, músculos, grasa, nervios o vasos sanguíneos, entre otros. Esta patología puede aparecer en
forma de tumor en cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en zonas como el abdomen, el tórax o las extremidades.
Causas más comunes del sarcoma
Los sarcomas representan
menos del 1 por ciento de los cánceres en adultos, aunque en adolescentes y en niños este porcentaje llega hasta el 15 por ciento. Las
causas de su origen se desconocen, pero los especialistas lo relacionan con algunos
factores genéticos, trastornos hereditarios y exposiciones ambientales. Aún así, en la mayoría de las personas con sarcoma no tienen factores de riesgo conocidos.
Clasificación de los sarcomas
Los sarcomas se clasifican en dos grandes grupos: los de
tejidos blandos y los
óseos. En el primer caso, afecta a los tejidos adiposos, musculosos, nerviosos y fibrosos del cuerpo humano, así como a los vasos sanguíneos y normalmente aparece en las extremidades.
El paciente detecta este tipo de sarcoma tras
notar una masa grande que le ha crecido en alguna zona de su cuerpo. Entre sus síntomas más comunes se encuentra el
dolor abdominal y la aparición de un
bulto creciente. En cuanto a su tratamiento, normalmente se realiza a través de la
cirugía.
Hay más de 60 tipos de
sarcomas de los tejidos blandos, pero los más frecuentes son:
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Leiomiosarcomas: Se origina en los órganos lisos, localizados en los órganos internos
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Liposarcoma: Se localiza en el tejido adiposo
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Rabdomiosarcoma: Aparece en los músculos que se utilizan para mover el esqueleto
Respecto a los sarcomas de
tejidos óseos, se originan en el
tejido conjuntivo, que es el conjunto de células que forman la estructura del cuerpo humano y afecta principalmente a niños, adolescentes y a personas de más de 65 años. Dentro de grupo de sarcomas hay más de ocho tipos diferentes pero son dos los que más predominan: el
sarcoma de Ewing y el
osteosarcoma
Síntomas más comunes del sarcoma
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Fuerte dolor abdominal
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Presión de los nervios
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Dolor en los huesos
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Pérdida de peso
Diagnóstico para el sarcoma
La
exploración física es la primera prueba que se hará para diagnosticar un sarcoma y encontrar los indicios necesarios que ayuden en su diagnóstico. Tras ella, normalmente el médico pedirá pruebas de imágenes dependiendo de lo que crea conveniente. Entre ellas puede ser una
radiografía para ver problemas en los huesos o una
resonancia magnética, para descubrir cómo se encuentran los
tejidos conectivos. También el especialista podrá pedir una
ecografía o una
tomografía computarizada, entre otras.
Aún así, una de las formas más eficaces para diagnosticar y clasificar el tipo de sarcoma es a través de una
biopsia, que permite el
estudio microscópico del tumor.
Tratamiento para el sarcoma
Hay una serie de tratamientos para los sarcomas dependiendo el tipo y la gravedad.
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Cirugía
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Radioterapia
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Quimioterapia
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Terapia dirigida
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Inmunoterapia
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Terapia de ablación
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.