El
sarampión es una
infección producida por el virus del sarampión. La enfermedad aguda se caracteriza por fiebre, tos, congestión nasal, conjuntivitis y una erupción generalizada. Hasta la aparición de la vacuna se consideraba una enfermedad infantil. Actualmente en España, la mayoría de la población está vacunada o ha pasado el sarampión en la infancia, por lo que se trata de una enfermedad infrecuente, aunque suelen aparecer casos aislados procedentes de otros países.
¿Cuáles son las causas del sarampión?
Es una enfermedad producida por el
virus del sarampión que solo padecen los humanos.
¿Cómo se contagia?
El sarampión se transmite por contacto directo con gotitas infecciosas de saliva de un enfermo transportadas por el aire. Es muy contagioso. Los enfermos pueden contagiar desde uno o dos días antes del comienzo de los síntomas hasta cuatro días después de la aparición de la erupción. Son muy frecuentes los contagios en el colegio, en la casa y en el hospital o incluso en el ambulatorio.
¿Qué síntomas produce el sarampión?
El periodo que tarda en manifestarse la enfermedad desde que se produce el contagio (periodo de incubación) es de 8 a 12 días.
El sarampión comienza con fiebre alta, malestar general, tos intensa, estornudos y conjuntivitis que dura entre 2 y 5 días. Posteriormente aparece un sarpullido que suele iniciarse detrás de las orejas y se extiende por todo el cuerpo. Las manchas son de color rojo y no suelen producir picor. Característicamente, y solo en el sarampión, aparecen en el interior de la boca unas lesiones blanquecinas que se llaman
manchas de Koplik, muy útiles para el diagnóstico de la enfermedad. Estas manchas de la boca pueden preceder a la aparición del sarpullido de la piel.
¿Cuáles son las complicaciones de la enfermedad?
El sarampión puede tener las siguientes complicaciones:
-
En niños pequeños, el sarampión se complica frecuentemente con una otitis, una neumonía, una laringitis y con diarrea. La aparición de una infección cerebral (encefalitis) es infrecuente.
-
La panencefalitis esclerosante subaguda, es una enfermedad degenerativa rara del cerebro asociada al virus del sarampión Se caracteriza por deterioro intelectual y convulsiones. Hoy en día es muy rara gracias a la vacunación masiva frente al sarampión.
¿Cómo se diagnostica?
Se trata de un diagnóstico clínico. Las
manchas de Koplik son características y ayudan al diagnóstico. Además, con un análisis de sangre se pueden detectar anticuerpos frente al virus del sarampión, lo que si fuera necesario ayudaría a confirmar el diagnóstico.
¿Cuál es el pronóstico de los afectados?
Las formas agudas infantiles no precisan tratamiento y se curan solas. Se suelen administrar únicamente medicinas para bajar la fiebre
(antitérmicos).
Los niños muy pequeños, los adolescentes y los adultos, así como los inmunodeprimidos (enfermos con las defensas bajas), pueden presentar alguna de las complicaciones descritas, pudiendo necesitar ingreso hospitalario. La mortalidad por sarampión en países del tercer mundo es elevada.
¿Cuál es el tratamiento del sarampión?
No existe ningún tratamiento específico contra el virus del sarampión por lo que el tratamiento debe ser sintomático. En la fase de fiebre alta se deben dar
antitérmicos, como paracetamol o ibuprofeno. No se debe de dar aspirina en niños con sarampión dado que puede producir un fallo hepático agudo
(síndrome de Reye).
En los niños pequeños es recomendable una correcta hidratación, debiéndose ofrecer líquidos con frecuencia.
Se recomienda el aislamiento en el domicilio hasta 5 días después de aparecer el sarpullido para evitar así contagiar a otras personas.
Se ha demostrado que la tasa de complicaciones se reduce al administrar vitamina A durante 2 días, pero solo en aquellos niños con una baja concentración de esta vitamina. Su utilización en niños cuyo nivel de vitamina A se desconoce no está definitivamente aceptada. La Sociedad Americana de Pediatría recomienda dar vitamina A a los niños con sarampión grave, con defensas bajas o con complicaciones. Se podría plantear administrarla a niños procedentes de otros países en los que su estado de nutrición pudiera ser deficiente.
En el caso de aparecer una sobreinfección bacteriana, generalmente una otitis o una neumonía, es necesario utilizar
antibióticos.
¿Se puede prevenir el sarampión?
La
vacuna triple vírica es muy segura y con pocos efectos secundarios. Se administra a toda la población dentro del calendario de vacunación. Dicha vacuna ha permitido un descenso enorme de los casos de sarampión en nuestro país, hasta casi hacerlo desaparecer.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.