Las
picaduras por medusas son muy frecuentes. Las manifestaciones clínicas y la gravedad dependen de la especie de medusa responsable de la picadura, de su tamaño y de determinadas características de la persona afectada.
Ante una picadura suele producirse un
dolor intenso, a veces referido como
picor o
quemazón, seguido minutos más tarde de la aparición de
lesiones rojas que siguen la zona del tentáculo y que semejan una urticaria. Más raramente puede aparecer una zona roja sugestiva de sangrado debajo de la piel o incluso una zona que asemeja a una quemadura. La afectación de los ojos puede producir una intensa irritación local que suele durar 48 horas. Algunas medusas, sobre todo de la zona de Australia, producen reacciones más marcadas, con dolores musculares generalizados, náuseas, vómitos, diarrea, sudoración, taquicardia e incluso colapso y muerte.
¿Cómo curar picaduras de medusa?
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Retirada del veneno y restos locales. Se debe proceder a la mayor brevedad posible al lavado de la zona y la retirada de cualquier resto que pueda estar favoreciendo la inoculación de veneno. Para ello se deben quitar los restos de tentáculos adheridos a la piel utilizando un plástico (por ejemplo una tarjeta de crédito) junto con crema de afeitar. Puede también aplicarse agua de mar para quitar dichos restos. No es conveniente aplicar agua dulce ni frotar sobre la zona dado que se favorece la liberación de más veneno.
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Control del dolor. Se debe:
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Aplicar agua caliente a 40-45ºC en la zona de la picadura, durante unos 20 minutos y un máximo de 90 minutos. Puede ser realizado mediante una ducha o mediante inmersión directa de la zona afectada en agua caliente. Es eficaz para el dolor producido para la mayoría de picaduras de medusa.
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Administrar analgésicos y/o anti-inflamatorios por boca.
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La administración de lidocaína local ha sido eficaz para reducir el dolor en algunos estudios.
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Algunos estudios han demostrado que el ácido acético (vinagre) puede ser parcialmente eficaz para evitar la descarga de veneno de los restos de los tentáculos de algunas medusas.
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NO se ha demostrado de forma definitiva que la aplicación de frío en forma de hielo, de orina, alcohol, bebidas alcohólicas o amoniaco sean de utilidad.
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NO se ha demostrado que la aplicación de cremas o pomadas con corticoides (hidrocortisona) o con antihistamínicos sean eficaces para calmar las molestias inmediatas asociadas con la picadura. A pesar de ello son utilizadas sistemáticamente sin ningún criterio de eficacia. Estas pomadas, sin embargo, si pueden ser de utilidad en aquellos casos en los que las molestias persisten después de horas o días y, por tanto, sean consecuencia de una reacción alérgica. En cualquier caso estas cremas pueden producir fotosensibilidad (enrojecimiento, hinchazón y aparición de pequeñas vesículas en el lugar de la piel donde se administra la crema, minutos u horas después de la exposición al sol) por lo que tras su aplicación se debe evitar exponer la zona al sol.
Se ha comercializado un líquido que previene la picadura de medusas. Si bien se ha demostrado su eficacia en diversos estudios, ésta no es completa.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.