La
pitiriasis versicolor es una
infección frecuente de la piel producida por un hongo llamado Malassezia furfur, antes llamado
Pityrosporum ovale. Este hongo vive habitualmente en la piel. La infección se produce al favorecerse el crecimiento del hongo por un exceso de humedad y de calor, generalmente en gente joven.
¿Qué síntomas produce la pitiriasis versicolor?
La pitiriasis versicolor consiste en la aparición de múltiples
manchas de pequeño tamaño, redondeadas u ovaladas, que suelen localizarse en el pecho, los hombros y la espalda y muy raramente en la cara o extremidades. Las manchas pueden confluir entre ellas.
Son de color blanco, rosadas, rojas o marrones. En personas de piel morena, sobre todo en el verano, las manchas se ven de color blanquecino, como de descoloración de la piel.
Las lesiones
pueden picar levemente y tener pequeñas escamas en su superficie.
¿Cómo se diagnostica la pitiriasis versicolor?
La pitiriasis versicolor es un
diagnóstico clínico. Se puede confirmar raspando una de las lesiones y examinándola al microscopio, lo que permite observar la presencia de hongos.
¿Es contagiosa?
La pitiriasis versicolor no es contagiosa.
¿Puede prevenirse?
El calor o el sudor pueden producir un nuevo episodio de pitiriasis versicolor en personas propensas.
¿Cuál es el pronóstico de la pitiriasis versicolor?
El pronóstico de la pitiriasis versicolor es bueno con el tratamiento adecuado. Son frecuentes las recurrencias (reapariciones). En algunos pacientes con recurrencias múltiples puede estar indicado el tratamiento preventivo con cremas o incluso con medicamentos orales en las épocas del año donde la infección recurra, generalmente en el verano.
¿Cuál es el tratamiento para la pitiriasis versicolor?
El tratamiento de la pitiriasis versicolor consiste en administrar sobre las lesiones de la piel, cremas, lociones, geles o champúes que contengan medicinas frente a los hongos
(antifúngicos).También puede haber respuesta a la utilización sobre las lesiones de
geles o champúes que contengan
compuestos de azufre, salicilatos o selenio. Utilizadas de forma diaria aclaran las lesiones en una o dos semanas. Posteriormente la loción debe usarse una vez a la semana. Dado que estas soluciones son irritantes no deben dejarse sobre la piel más de 10 minutos, debiendo ser aclaradas posteriormente.
En aquellos casos en los que no se responda adecuadamente al tratamiento local, en los que haya una afectación muy amplia del cuerpo o en caso de recurrencia (reaparición) de la infección, se pueden dar antifúngicos por vía oral, generalmente en una única dosis.
Tras el tratamiento las lesiones, a pesar de haberse curado, puede parecer que continúan dado que mantienen una coloración blanca con respecto a la piel de alrededor por no haber recibido la luz del sol. Esto es todavía más evidente en verano, la estación del año donde la infección es más frecuente. Debe por tanto indicarse a los pacientes que se trata de un problema de pigmentación que desaparecerá en semanas o meses.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.