La
incontinencia fecal es el escape repetido de heces en niños mayores de 4 años. Puede ser voluntaria o involuntaria. Afecta a aproximadamente 1 de cada 50 niños. Puede estar o no asociada a estreñimiento.
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Asociada a estreñimiento. Es la forma más frecuente, observándose en ocho de cada 10 niños con incontinencia fecal. Requiere para su diagnóstico que existan al menos 2 de los siguientes criterios:
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Dos o menos defecaciones por semana.
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Un episodio de incontinencia fecal a la semana.
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Historia de retención excesiva de heces.
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Historia de dificultad para hacer de vientre, con heces duras.
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Presencia de gran cantidad de heces en el recto.
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Historia de heces de gran tamaño que pueden incluso obstruir la taza del inodoro.
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No asociada a estreñimiento. Requiere los siguientes criterios, durante al menos 2 meses, en niños mayores de 4 años:
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Defecación en lugares inapropiados para el contexto social al menos una vez al mes.
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Ausencia de enfermedades que expliquen los síntomas, como enfermedades que producen diarrea.
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No evidencias de retención fecal.
¿Cuáles son las causas de la incontinencia fecal?
En la mayoría de las ocasiones la incontinencia fecal se produce por la presencia de estreñimiento, generalmente forzado por el niño. El estreñimiento crónico lleva a la distensión del ano y permite la salida de heces algo líquidas que manchan la ropa interior.
Se desconoce la causa de la incontinencia no asociada a estreñimiento. Frecuentemente se asocia a problemas de atención, ansiedad, depresión u otras alteraciones psicológicas. En ocasiones es debida a falta de entrenamiento del niño para saber cómo y cuándo ir al baño.
¿Qué síntomas produce la incontinencia fecal?
El único síntoma de la incontinencia fecal es el manchar habitualmente la ropa interior con heces. En ocasiones los niños tienen también escapes de orina. Si se asociara a estreñimiento puede acompañarse de dolor abdominal.
¿Cómo se diagnostica ?
Para diagnosticar la incontinencia fecal es necesario descartar causas de escapes de heces derivadas de enfermedades o de alteraciones anatómicas
(retraso mental, espina bífida, ano ectópico), bastando generalmente una inspección ocular del ano. Se debe evaluar si se asocia o no con estreñimiento dado que el tratamiento puede ser distinto.
¿Cuál es el tratamiento de la incontinencia fecal?
Incontinencia asociada a estreñimiento
Dado que en la mayoría de las ocasiones la incontinencia se asocia a estreñimiento, el tratamiento debe ser el del
estreñimiento en niños. Las recomendaciones suelen ser:
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Una buena educación y apoyo familiar. Los padres deben entender que no se debe castigar o amenazar al niño por manchar la ropa interior.
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Apoyo escolar, siendo el profesor partícipe del programa de tratamiento del niño.
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Otros apoyos. El niño debe disponer de una muda limpia para poderse cambiar en el colegio o en otras situaciones.
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Los padres deben intentar que el niño realice una dieta rica en fibras y con abundantes líquidos.
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En niños atópicos con estreñimiento que no responden al tratamiento con laxantes, puede intentarse eliminar la leche de vaca de la dieta durante dos semanas por la posibilidad de que favorezca el estreñimiento.
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Un programa de tratamiento dirigido a iniciar una deposición blanda diaria y a adquirir unos buenos hábitos higiénicos:
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Comenzar a administrar 4 cucharaditas de polietilenglicol (Movicol®) por la mañana. Se trata de un laxante.
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En los siguientes días aumentar la dosis (una o media cucharadita cada 2 días) si no se consiguen heces blandas diarias. Cuando se hayan conseguido, el niño debería dejar de manchar la ropa interior.
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Cuando se consiga tener una deposición de heces blandas al día, se debe sentar al niño en la taza del váter durante 5 minutos después de cada una de las comidas para ayudarle a regular sus movimientos intestinales.
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Paralelamente se debe insistir en la realización de una dieta rica en fibra y con abundantes líquidos.
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La dosis de laxantes se debe regular continuamente para que permita mantener las heces blandas.
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Tras conseguir durante varios meses mantener heces blandas y sin escape de las mismas se debe ir reduciendo lenta y progresivamente la dosis de laxante.
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En algunos casos, cuando la cantidad de heces en el interior del ano sea muy importante al inicio del programa, puede iniciarse añadiendo aceite mineral o enemas al tratamiento con polietilenglicol y continuando con las recomendaciones anteriores una vez que se hayan conseguido deposiciones diarias blandas.
Todo el proceso puede llevar meses o incluso años.
En situaciones desesperadas, sin mejoría tras estas acciones, debe evaluarse detenidamente la presencia de enfermedades orgánicas y valorar acciones incluso quirúrgicas en casos de hipertonía del esfínter anal.
Incontinencia no asociada a estreñimiento
El tratamiento es el mismo que el comentado anteriormente pero sin añadir laxantes. Suele tratarse de programas de modificación del comportamiento, muchas veces con un sistema de recompensa por objetivos alcanzados.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.