Hipertiroidismo

La glándula tiroides se localiza en la parte anterior del cuello. Está encargada de la liberación a la sangre de las hormonas tiroideas (T3 y T4), las cuales desempeñan acciones muy importantes en el metabolismo, como el control del peso, el control de la temperatura corporal, el movimiento intestinal y la digestión, etc.

La actividad del tiroides es controlada por una hormona llamada TSH que se secreta en la hipófisis, una glándula localizada en el cerebro. La TSH es responsable de que el tiroides secrete adecuadamente las hormonas tiroideas. El hipertiroidismo es un aumento exagerado y anormal del funcionamiento de la glándula tiroides.

Causas del hipertiroidismo

El hipertiroidismo puede deberse a un aumento de la actividad del propio tiroides (hipertiroidismo primario) o a un aumento en la producción de TSH desde la hipófisis (una zona del cerebro) que lleva a que el tiroides secrete más hormonas tiroideas de las debidas (hipertiroidismo secundario):

• Hipertiroidismo primario:

• Hipertiroidismo autoinmune (enfermedad de Graves). Es la enfermedad responsable de la mayoría de los casos de hipertiroidismo.

• Bocio tóxico multinodular. Se trata de un bocio con muchos nódulos, de los cuales uno o varios secretan gran cantidad de hormonas tiroideas.

• Adenoma tóxico. Existe un único nódulo hiperfuncionante que secreta muchas hormonas tiroideas.

• Cáncer de tiroides funcionante.

• Exceso de yodo.

• Tiroiditis. Se trata de una inflamación del tiroides en la que generalmente, el exceso de hormonas tiroideas es transitorio.

• Hipertiroidismo secundario. Se produce como consecuencia de una secreción exagerada de TSH desde el cerebro, habitualmente por la presencia de un tumor.

¿Cuáles son las manifestaciones clínicas del hipertiroidismo?

Los pacientes con hipertiroidismo pueden presentar varias de las siguientes manifestaciones clínicas:

• Irritabilidad, hiperactividad y nerviosismo.
• Sudoración.
• Intolerancia al calor.
• Insomnio.
• Cansancio.
• Pérdida de peso con apetito conservado.
• Palpitaciones.
• Diarrea.
• Alteraciones menstruales.
• Pérdida de deseo sexual.
• Temblor.

En las personas ancianas el hipertiroidismo puede manifestarse de una forma totalmente diferente, con cansancio, apatía, pérdida de apetito, etc. lo que se ha denominado hipertiroidismo apático.

¿Cómo se diagnostica el hipertiroidismo?

El diagnóstico del hipertiroidismo se realiza mediante un análisis de sangre, el cual demuestra una elevación en sangre de las hormonas T3 y T4. Si el hipertiroidismo es primario (la mayoría de las ocasiones), la TSH se encuentra descendida en sangre, lo que indica que la hipófisis retira el estímulo que habitualmente realiza sobre el tiroides. Si la elevación de las hormonas T3 y T4 se acompaña de elevación de la TSH o de una TSH normal se debe sospechar un hipertiroidismo secundario, muy infrecuente.

Posteriormente se debe de investigar la causa del hipertiroidismo. Para ello, cuando el hipertiroidismo es primario se suele pedir una gammagrafía de tiroides. Si la captación de yodo en el tiroides es homogénea, suele deberse a una enfermedad de Graves. Si la captación es por parte de uno o varios nódulos, se tratará de un nódulo hiperfuncionante o de un bocio multinodular hiperfuncionante.

Cuando se sospeche un hipertiroidismo secundario se debe solicitar una RMN cerebral para ver la hipófisis (RMN de la silla turca).

¿Cuál es el pronóstico del hipertiroidismo?

El pronóstico depende de la enfermedad responsable del hipertiroidismo pero en general es satisfactorio con el tratamiento.

¿El hipertiroidismo es hereditario?

Algunas formas de hipertiroidismo son hereditarias dado que se ha demostrado un mayor riesgo de desarrollarlo en los familiares.

Tratamiento para el hipertiroidismo 

El tratamiento depende de la causa. Se pueden utilizar:

• Medicamentos antitiroideos. Impiden la liberación de hormonas por el tiroides.
• Yodo radioactivo. Destruye nódulos hiperfuncionantes.
• Cirugía para extirpar un nódulo o todo el tiroides.