La
hipertensión portal se trata de un
aumento de la presión en el interior de la vena porta, una vena que pasa a través del hígado. Generalmente se debe a una enfermedad del hígado, la más frecuente una cirrosis hepática, o a una trombosis de la vena porta, es decir, a la formación de un trombo en el interior de dicha vena. Como consecuencia de ello pueden aparecer diversos síntomas, como hinchazón en pies y piernas (edemas), acúmulo de líquido dentro del abdomen (ascitis), crecimiento del bazo (esplenomegalia) y aparición de venas en el esófago (varices esofágicas).
¿Cuáles son las causas de la hipertensión portal?
La porta es una vena que recoge toda la sangre que procede del intestino y la lleva hacia el hígado para, desde allí, ir directamente al corazón. En determinadas circunstancias la presión en esa vena puede aumentar:
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Cirrosis hepática. Es la causa más frecuente de hipertensión portal. La alteración en la estructura del hígado dificulta el paso de sangre a través del mismo, con lo que la sangre se estanca aumentando la presión en el interior de la vena porta.
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Trombosis de la vena porta o de la vena esplénica. La formación de un trombo en el interior de la vena porta o de la vena esplénica dificulta o impide el paso de la sangre. Las trombosis de estas venas se producen por alguna de estas causas:
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El cáncer de hígado (hepatocarcinoma).
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La cirrosis hepática.
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Alteraciones de la sangre que favorecen la formación de trombos en el interior de las venas como la policitemia vera, la trombocitemia esencial, o diversas trombofilias (enfermedades que favorecen que la sangre se coagule con facilidad).
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Pancreatitis.
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Infecciones abdominales.
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De causa desconocida.
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Enfermedades crónicas del corazón (insuficiencia cardiaca crónica, miocardiopatía restrictiva, pericarditis constrictiva), las cuales se asocian con retención de sangre y aumento de la presión por detrás del corazón.
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Trombosis de las venas suprahepáticas (síndrome de Budd-Chiari). Se trata de una trombosis de la vena que une el hígado con el corazón.
El aumento de la presión dentro de la vena porta se trasmite hacia detrás a otras venas del aparato digestivo y hacia el bazo. Además, la sangre busca otros caminos para llegar al corazón saltándose el paso por el hígado. Como consecuencia de ello, aparecen venas anormalmente grandes en la zona del estómago y del esófago (varices esofágicas y varices gástricas).
¿Qué síntomas produce el aumento de tensión en el interior de esta vena?
Los síntomas que produce la hipertensión portal son:
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Como consecuencia del aumento de la presión en el interior de las venas se favorece la aparición de:
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Edemas en piernas, hinchazón de piernas, inicialmente por la tarde y posteriormente a lo largo de todo el día.
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Ascitis. Depósito de líquido en el interior del abdomen.
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Hemorroides.
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Aumento del bazo (esplenomegalia) que favorece una destrucción del número de glóbulos rojos (anemia), de glóbulos blancos (leucopenia) y de plaquetas (trombopenia), una situación llamada hiperesplenismo. A veces el crecimiento del bazo produce molestias en la parte superior izquierda del abdomen.
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Como consecuencia de la aparición de nuevas venas que buscan nuevos caminos hacia el corazón:
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Varices esofágicas. Se trata de dilataciones importantes de las venas del esófago, que pueden romperse y sangrar dando lugar a una hemorragia digestiva.
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Varices gástricas. Lo mismo que las esofágicas pero en otra localización.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico de una hipertensión portal se realiza mediante
técnicas de imagen, generalmente una ecografía, que permite observar una dilatación importante de la vena porta, detectar la presencia de ascitis y/o ver un bazo grande.
¿Cuál es el pronóstico de los afectados?
El pronóstico de la hipertensión portal depende de la enfermedad que la produzca. La complicación más grave es la hemorragia digestiva aguda como consecuencia de la rotura de varices esofágicas.
¿Es hereditaria?
La hipertensión portal no es una enfermedad hereditaria.
¿Cuál es el tratamiento de la hipertensión portal?
Existiría un tratamiento específico de la hipertensión portal, realizable en un número limitado de casos, y un tratamiento de sus complicaciones.
El
tratamiento de la hipertensión portal en sí misma incluiría:
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TIPS, abreviatura en inglés que significa shunt (cortocircuito) portosistémico intrahepático transyugular, es decir, producir un cortocircuito que lleve la sangre desde la vena porta al corazón saltándose el paso a través del hígado, para evitar el paso dificultoso de la sangre a través de este órgano. Como consecuencia de ello, y al reducir la presión de la sangre antes de pasar por el hígado, deja de salirse líquido de las venas y deja de producirse ascitis, se reduce la presión en las varices y se reduce el riesgo de sangrado.
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Cirugía de derivación porto-cava. Se trata de una operación que permite que una parte importante de la sangre se salte el paso a través del hígado, desembocando directamente en la vena cava, justo antes de llegar al corazón. Con ello se reduce la presión dentro de la vena porta y se reduce el riesgo de ascitis y de hemorragia digestiva, aunque aumenta el riesgo de encefalopatía hepática.
El
tratamiento de las complicaciones incluiría:
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Dieta con poca sal y medicinas para orinar (diuréticos) en pacientes que desarrollen edemas o ascitis.
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Tratamiento para evitar el sangrado de las varices esofágicas con beta-bloqueantes o con ligadura de las varices.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.