Diccionario de enfermedades

Hematoma subdural

¿Cómo se diagnostica el hematoma subdural?
Un hematoma subdural o un hematoma epidural son colecciones de sangre (hematomas) que se localizan en el interior de la cabeza, entre el cerebro y el hueso del cráneo.

¿Cuáles son las causas del hematoma subdural?


Las causas de un hematoma subdural pueden ser:
  • Traumatismos (golpes) en la cabeza. Son la causa más frecuente. Suelen producirse como consecuencia de accidentes de tráfico o de caídas con golpe en la cabeza. En las personas de edad avanzada pueden haber sido pequeños traumatismos que, en ocasiones, incluso han pasado inadvertidos. También pueden verse en alcohólicos o personas que sufren frecuentes caídas.
  • Toma de anticoagulantes (sintrom). La toma de anticoagulantes favorece el sangrado a ese nivel, generalmente después de que haya habido algún golpe.
  • Espontáneos. Aparecen sin motivo aparente.

¿Qué síntomas produce el hematoma epidural?


Los síntomas del hematoma subdural dependen de la gravedad del sangrado y de la rapidez de su instauración:
  • Hematoma subdural agudo. En la mayoría de los casos, la aparición de un hematoma subdural produce adormecimiento progresivo (disminución del nivel de conciencia) y coma de instauración rápida, generalmente tras producirse el traumatismo. Sin embargo, en 1 de cada 3 personas, pueden pasar unas horas hasta que se va perdiendo la conciencia, periodo en el cual el paciente puede no tener síntomas, o tener un dolor de cabeza de intensidad creciente, asociado o no a una pérdida progresiva de fuerza en la pierna y en el brazo del mismo lado.
  • Hematoma subdural subagudo. En ocasiones el hematoma subdural evoluciona de forma lenta y progresiva durante días o incluso semanas. El paciente puede referir mareo, atontamiento, dolor de cabeza, se encuentra confuso y puede existir una ligera pérdida de fuerza en un lado del cuerpo.
  • Hematoma subdural crónico. A veces no produce ningún tipo de síntoma o una cefalea (dolor de cabeza) leve. El paciente muchas veces olvida el traumatismo. Posteriormente puede aparecer un deterioro cognitivo (demencia) progresivo con dificultad para pensar, cambios leves en la personalidad, pérdida leve de fuerza en un lado del cuerpo o, a veces, convulsiones (epilepsia).


¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico del hematoma subdural se realiza mediante la realización de un TAC cerebral.

¿Cuál es el pronóstico del hematoma?


El pronóstico del hematoma subdural depende de su tamaño y de su localización, de la velocidad de su instauración y de la asistencia médica recibida. Los hematomas subdurales de instauración aguda comprimen rápidamente al cerebro y se asocian con una elevada mortalidad.

¿Cuál es el tratamiento del hematoma subdural?


El tratamiento del hematoma subdural es urgente y depende de su tamaño.

En general suele ser quirúrgico, abriendo un pequeño agujero en el cráneo (trepanación) para extraer la sangre del interior y reducir así la presión sobre el cerebro. Si el hematoma es pequeño puede no ser necesario realizar ningún tratamiento. Si el hematoma ha evolucionado de forma crónica puede ser preciso abrir el cráneo y limpiar la sangre de la zona.

Además de estas medidas, debe retirarse el tratamiento con anticoagulantes en los pacientes que lo estén recibiendo (al menos de forma temporal) y se deben dar medicinas para recuperar lo más rápidamente posible la capacidad de coagulación de la sangre.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.