Una
faringitis es la
inflamación de la faringe, es decir, la inflamación de la garganta. Muchas enfermedades pueden producir
dolor de garganta, siendo la faringitis aguda la causa más frecuente.
¿Cuáles son las causas de la faringitis?
La mayoría de faringitis son producidas por infecciones, en general
infecciones por virus, aunque también pueden producirla
determinadas bacterias, sobre todo los
estreptococos. Una faringitis puede también aparecer en el contexto de determinadas infecciones más generales como las paperas, la gripe o los síndromes mononucleósicos.
Algunas enfermedades alérgicas, muchas de ellas asociadas con goteo nasal continuo, o irritativas (tabaquismo, exposición mantenida a ambientes con humo, irritación de la garganta por el ácido del estómago en el contexto de una enfermedad por reflujo gastroesofágico), pueden también producir una faringitis crónica.
¿Qué síntomas produce la inflamación de la garganta?
La faringitis produce
dolor de garganta, espontáneo y al tragar
(odinofagia), junto a
tos irritativa. Las faringitis por virus suelen aparecer en el contexto de un
catarro y, por tanto, estar asociadas a secreción y congestión nasal. Los catarros por virus no suelen producir fiebre ni ganglios en el cuello y no se suelen acompañar de placas en la garganta. Suele haber tos, un hallazgo infrecuente en las faringitis por bacterias. Existen sin embargo
algunos virus que sí pueden
producir fiebre alta, dolores musculares generalizados, ganglios debajo de la mandíbula y presencia de placas en la garganta, lo que dificulta diferenciar una faringitis por virus de una faringitis por bacterias.
¿Cuáles son las complicaciones de la faringitis?
Las faringitis no suelen producir complicaciones. Sin embargo de forma muy infrecuente cuando la infección es por bacterias, generalmente por estreptococo, pueden producir:
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Fiebre reumática. Es una complicación muy rara en la actualidad. Consiste en dolores articulares e inflamación de las válvulas del corazón después de haber padecido una faringitis por estreptococo.
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Glomerulonefritis aguda. Se trata de una inflamación aguda y grave del riñón que aparece después de una faringitis bacteriana.
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Abscesos (colecciones de pus) en diferentes zonas de la garganta. Se asocian con intenso dolor en la garganta y con casi imposibilidad para tragar junto a fiebre elevada.
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Infecciones en otras zonas cercanas a la garganta, como mastoiditis, otitis, sinusitis, neumonía o paso de gérmenes a la sangre.
¿Cómo se diagnostica?
El objetivo principal del diagnóstico sería diferenciar entre
faringitis causadas por bacterias (que deben ser tratadas con
antibióticos) y
faringitis causadas por virus (que no deben tratarse con antibióticos). Existen algunas pruebas que consisten en recoger secreciones de la faringe con un bastoncillo
(exudado faríngeo), las cuales permiten detectar de forma rápida la presencia de bacterias. Estas pruebas son poco sensibles y raramente se practican.
¿Cuál es el tratamiento de la faringitis?
El tratamiento de la faringitis suele ser sintomático:
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Hacer gárgaras con agua templada con sal cada hora (1 cucharadita de sal disuelta en un vaso de agua templada).
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Poner un humidificador en la habitación.
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Beber abundantes líquidos
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Dejar de fumar.
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Evitar la exposición a humos.
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Valorar el tratamiento del reflujo gastroesofágico si existiera.
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Administrar analgésicos (paracetamol, metamizol o similares) o anti-inflamatorios (ibuprofeno o similares).
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Tomar caramelos que contengan medicinas con acción anestésica.
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Valorar utilizar un descongestivo nasal.
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En las faringitis de causa bacteriana se debe poner tratamiento con antibióticos por boca asociados a anti-inflamatorios.
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En las faringitis por virus el tratamiento es sintomático, generalmente con anti-inflamatorios.
Las complicaciones pueden precisar tratamiento antibiótico intravenoso y, en ocasiones, cirugía.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.