Diccionario de enfermedades

Estreñimiento en adultos

¿Cómo se diagnostica el estreñimiento en adultos?
El estreñimiento es la dificultad o retraso para evacuar el intestino. La definición es difícil porque algunas personas que van al baño a diario pueden sentirse estreñidas si tienen la sensación de no haber hecho completamente de vientre, si tienen dificultad para hacer de vientre, si tienen deposiciones duras, o si se quedan con sensación de pesadez en la parte baja del abdomen.

El estreñimiento puede ocurrir a cualquier edad y sexo pero frecuentemente está asociado a la edad avanzada y al sexo femenino.

¿Cuáles son las causas del estreñimiento en adultos?


La causa más frecuente de estreñimiento es el consumo de dietas bajas en residuos (bajas en fibra) o el consumo de poca cantidad de líquido. Frecuentemente aparece cuando se cambia de hábitos (por ejemplo al ser ingresado en un hospital o al realizar un viaje), en periodos de estrés, en situaciones de inmovilidad o de menor actividad física, o en personas con toma crónica de laxantes.

Existen una serie de enfermedades o situaciones que también pueden favorecer el estreñimiento:
  • Colon irritable.
  • Toma de diversos medicamentos (antagonistas del calcio, antidepresivos, derivados del opio como la codeína, suplementos de calcio o de hierro, o medicinas con aluminio, como algunos protectores de estómago).
  • Embarazo.
  • Hipotiroidismo.
  • Depresión.
  • Enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurológicas.
  • Enfermedades musculares generalizadas.
  • Cirugía bariátrica.
El inicio de un estreñimiento importante en una persona que antes no lo tenía debe hacer sospechar sobre la presencia de un cáncer del aparato digestivo, en la toma de alguna medicina nueva, en la presencia de una fisura anal o de hemorroides, o en la presencia de otras enfermedades del colon, como la falta de riego intestinal (colitis isquémica) o la presencia de divertículos.

¿Qué síntomas produce el estreñimiento en adultos?


Los síntomas del estreñimiento son inespecíficos; generalmente produce dolor o malestar abdominal, abdomen hinchado, pesadez en la parte inferior del abdomen, sensación de no haber terminado de hacer de vientre, náuseas o vómitos.



¿Cómo se diagnostica?


Dado que en la gran mayoría de situaciones el estreñimiento no tiene ninguna causa concreta, no suelen buscarse enfermedades asociadas, a no ser que haya aparecido de forma brusca o que se asocie a otros síntomas (emisión de sangre con las heces, pérdida de peso o anemia). En ese caso, además de realizar análisis generales, se puede solicitar un enema opaco o una colonoscopia.

¿Cuál es el tratamiento del estreñimiento en adultos?


En primer lugar se debe revisar si el paciente está tomando alguna medicina que pueda estar favoreciendo la presencia de estreñimiento o si éste pudiera estar asociado a alguna enfermedad. Si ese no fuera el caso, el tratamiento debe incluir:
  • Una dieta rica en fibra. Al menos un consumo de entre 15 y 25 gramos diarios de fibra.
  • Un adecuado consumo de líquidos. Beber (si no existe contraindicación por alguna enfermedad) entre 1 y 2 litros de líquidos al día. Reducir el consumo de leche siempre y cuando el aporte de calcio se mantenga por otras vías.
  • El mantenimiento de una actividad física adecuada todos los días.
  • Evitar aguantarse las ganas de ir al baño.
  • La utilización de laxantes si el problema no se corrige con las medidas dietéticas. Existen laxantes de varios tipos:
  • Los que aumentan el volumen de las heces: Psyllium (Plantaben®, Metamucil®), metilcelulosa (Muciplazma®). Se debe aumentar su dosis lentamente para que no produzcan excesivos gases. Deben tomarse con  agua abundante. En general son los más recomendables y pueden tomarse sin restricciones.
  • Los laxantes osmóticos que atraen agua al interior del intestino y hacen que las heces sean más blandas: lactulosa (Duphalac®), lactitol (Emportal®).
  • Laxantes salinos: Eupeptina®. Actúan de forma similar a los laxantes osmóticos.
  • Laxantes por irritación: senna (Puntual®), picosulfato sódico (Evacuol®) y bisacodilo (Dulcolaxo®). No deben de tomarse de forma crónica dado que pueden dar lugar a pérdidas de electrolitos.
  • Es aconsejable sentarse tranquilamente todos los días en el baño como rutina, idealmente después de una de las comidas.
Si el estreñimiento no se corrige con estos tratamientos o si en el largo plazo se precisan laxantes de forma continuada, se habla de estreñimiento grave o intratable. Estos pacientes deben ser remitidos a unidades especializadas de estudio donde se realizarán pruebas adicionales, que pueden llevar incluso a recomendar cirugía o tratamientos de rehabilitación.

Mitos y verdades sobre estreñimiento

  • El estreñimiento no siempre indica que se deba tomar más fibra. Puede ser el primer signo de una enfermedad grave por lo que, si el estreñimiento es importante y de nueva aparición, es aconsejable visitar al médico.
  • Los viajes cambian tus hábitos y pueden favorecer el desarrollo de estreñimiento. Bebe líquido durante tus viajes, aumenta el consumo de frutas y verduras y muévete con frecuencia.
  • El estrés puede producir diarrea pero también empeorar el estreñimiento.
  • El evitar ir al baño puede favorecer el desarrollo de estreñimiento.
  • Muchas medicaciones pueden producir estreñimiento como algunos antidepresivos, medicinas para el dolor, para la hipertensión o para el Parkinson. Los suplementos de calcio, vitamina D y hierro también pueden favorecerlo.
  • Una dieta baja en fibra puede favorecer el estreñimiento por lo que es recomendable tomar pan integral, pasta o cereales, pero debe introducirse poco a poco si habitualmente no se toma porque pueden producir gases.
  • El agua y el ejercicio reducen el riesgo de estreñimiento.
  • El alcohol, el té, el café o las bebidas con cola pueden reducir el contenido líquido de las heces y favorecer el estreñimiento
  • Los enemas utilizados con mucha frecuencia pueden empeorar el estreñimiento. Solo deben utilizarse de forma ocasional.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.