El
segundo trimestre de embarazo abarca desde la semana 13 hasta la semana 28. Para la mayoría de las mujeres es el trimestre
más llevadero. Generalmente van desapareciendo las náuseas y el cansancio característicos del primer trimestre.
Durante este periodo el bebé crece rápidamente y, hacia la semana 20, está indicado realizar una ecografía para valorar el estado del bebé. Es habitual que en esta ecografía se pueda identificar el sexo del bebé aunque hay quien prefiere la sorpresa.
¿Qué cambios sufrirá el cuerpo de la mujer durante el segundo trimestre del embarazo?
Durante este trimestre se producirán los siguientes cambios:
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Aumento del tamaño del abdomen. La cintura desaparece y es necesario comenzar a aumentar la talla de la ropa. Con la salida del útero de la pelvis, el embarazo se hace más sensible a los traumatismos, por lo que se debe poner especial cuidado en evitar golpes que puedan ponerlo en riesgo.
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Dolor de espalda. La espalda puede resentirse por el peso adquirido en los últimos meses, por los cambios hormonales, por la relajación de la musculatura abdominal, por el aumento en la curvatura de la columna vertebral, por el sedentarismo y por otros factores. Para aliviarlo es aconsejable mantener una postura erguida y sentarse bien, dormir de lado con una almohada entre las piernas, evitar cargar objetos pesados y calzar zapatos cómodos de tacón bajo. El masaje, la natación y las clases de gimnasia en el agua pueden aliviar las molestias.
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Sangrado de encías. Aproximadamente la mitad de las embarazadas padecen molestias en las encías, con inflamación y sangrado. Se deben a cambios hormonales y desaparecen después del parto. Mientras tanto, es aconsejable utilizar un cepillo dental blando y usar el hilo dental con suavidad, sin descuidar la higiene dental.
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Aumento del tamaño mamario. El tamaño de las mamas continúa aumentando y es recomendable utilizar sujetadores de la talla adecuada que ayuden a soportar el peso.
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Congestión y sangrado nasal. Los cambios hormonales también afectan a las mucosas de la nariz, que se inflaman y pueden sangrar con mayor facilidad. Durante el embarazo es preferible no utilizar descongestivos nasales y optar por suero salino u otros métodos naturales. También es aconsejable emplear un humidificador para mantener un grado adecuado de humedad en el ambiente. Para cortar los sangrados nasales se debe mantener la cabeza erguida y presionar sobre las fosas nasales durante unos minutos.
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Cambios en el flujo vaginal. La presencia de un ligero flujo vaginal de aspecto blanquecino o transparente es normal durante el embarazo. Ayuda a prevenir infecciones en la zona. Si resulta incómodo, puede utilizarse una compresa. No deben utilizarse tampones ya que podrían introducir gérmenes en la vagina. Si el flujo es maloliente verdoso, amarillento o marrón, o si es muy abundante se debe consultar con el médico.
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Crecimiento del pelo. Los cambios hormonales potencian el crecimiento capilar y del vello corporal. El cabello se engrosa y puede aumentar la cantidad de vello en cara, brazos y espalda. Si resulta antiestético se puede recurrir al afeitado; la depilación con láser, la electrolisis y las cremas depilatorias no son la mejor opción durante el embarazo.
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Cefalea (dolor de cabeza). Para tratar el dolor de cabeza durante la gestación no se debe tomar ni aspirina ni ibuprofeno. Se puede tomar paracetamol o practicar técnicas de relajación, sin olvidar descansar de forma adecuada.
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Acidez de estómago y estreñimiento. El aumento de los niveles de la hormona progesterona durante el embarazo favorece la relajación del músculo que cierra la comunicación entre el esófago y el estómago. Este músculo, en condiciones normales, mantiene en el estómago tanto los ácidos como la comida; al relajarse permite el paso de ácidos y comida hacia el esófago lo que se conoce como reflujo gastro-esofágico o acidez de estómago. Para reducir las molestias del reflujo gastro-esofágico se recomienda realizar comidas frecuentes y poco abundantes durante el día, evitar los alimentos grasos, ácidos y picantes y evitar comer en posición tumbada. También se puede elevar la almohada al dormir. Para combatir el estreñimiento se puede aumentar el contenido de fibra y de líquidos de la dieta, así como aumentar la actividad física.
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Hemorroides. Las hemorroides son varices en el ano que pueden aumentar de tamaño durante el embarazo, produciendo picor y molestias. Para su alivio son recomendables los baños de asiento con agua tibia. También se debe evitar el estreñimiento, dado que aumenta las molestias de las hemorroides. Siempre se debe consultar con el médico antes de utilizar pomadas anti-hemorroidales. Casi siempre desaparecen en pocas semanas tras el parto.
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Movimientos fetales. Hacia la mitad del embarazo, entre la semana 16 y la 25, se deberían comenzar a notar los movimientos fetales. No obstante, hay mujeres que no los notan hasta el sexto mes. Si se trata del primer embarazo, puede que no se note al bebé hasta la semana 25. En el segundo embarazo, algunas mujeres pueden sentir a su bebé en la semana 13. Es más fácil notar sus movimientos desde una posición relajada, sentada o tumbada. Al principio, los movimientos fetales se describen como burbujas en el estómago o retortijones y pueden ser difícilmente distinguibles de gases, retortijones de hambre u otros movimientos intestinales; las mujeres que han tenido varios hijos los distinguen más fácilmente. Conforme avance el embarazo, los movimientos fetales son diferentes y se pueden apreciar claramente las rodillas, codos y puños del bebé. Los bebés tienden a moverse más a ciertas horas del día ya que alternan periodos de sueño con periodos de alerta. Suelen estar más activos entre las 9 de la noche y la 1 de la madrugada debido a los cambios en los niveles de azúcar de la sangre. También suelen responder a caricias y a sonidos. Algunos bebés se mueven más que otros. En este periodo del embarazo, el bebé puede estar en cualquier posición porque tiene mucho espacio para moverse en el útero.
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Cambios en la piel. El aumento de melanina que se produce durante el embarazo puede hacer que aparezcan manchas pardas en la cara (cloasma), sobre todo en el puente de la nariz, mejillas, labio superior y cuello, y una línea oscura (línea nigra) desde debajo del ombligo hasta el vello púbico, que no desaparecerán hasta después del parto. Durante el embarazo, la piel es más sensible al sol por lo que se deben utilizar cremas fotoprotectoras con pantalla solar de al menos 30 al salir a la calle, aunque el día no sea muy soleado. También es el momento en el que pueden aparecer estrías (pequeñas líneas rojizas en abdomen, muslos y mamas) debido a la expansión de la piel. Aunque muchas cremas y lociones se anuncian como eficaces para prevenir o tratar las estrías, la realidad es que ninguna de ellas lo ha demostrado.
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Arañas vasculares y varices. Son debidas al aumento del volumen de la sangre en el torrente circulatorio y a la lenta circulación en las piernas. La sangre tiende a acumularse y quedar retenida en los miembros inferiores por la compresión ejercida por el útero, provocando dolor e hinchazón en las venas. En general suelen desaparecer unos meses después del parto. Para prevenirlas y evitar que empeoren es recomendable movilizar las piernas, elevarlas cuando se esté sentada, llevar medias de descanso de compresión fuerte especiales para embarazadas, no llevar ropa demasiado ajustada y utilizar un calzado cómodo, con no más de 4 o 5 cm. de tacón.
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Aumento de peso. Hacia el final del primer trimestre, las náuseas matutinas suelen desaparecer y el apetito aumenta. Por lo general se deben ganar unos 4 Kg. de peso, de los cuales solo 1 corresponde al feto. El resto se reparte entre la placenta, el líquido amniótico, el útero, las mamas, el aumento del volumen de la sangre y la grasa materna. La dieta a seguir debe ser saludable y variada; el ginecólogo indicará el aumento de peso adecuado para cada caso ya que no todos los casos son iguales y no hay una regla general.
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Deseo sexual. Durante este trimestre muchas mujeres experimentan un aumento del deseo sexual. Otras, sin embargo, manifiestan un rechazo hacia el sexo. Ambas situaciones son normales y no deben ser motivo de preocupación; son cambios pasajeros y desaparecen tras el parto. En un embarazo normal la penetración no es causa de aborto ni de parto prematuro; el feto se encuentra perfectamente protegido. Sin embargo hay circunstancias en las que suele recomendarse no mantener relaciones sexuales con penetración como son: amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro y placenta previa.
¿Cuáles son las pruebas diagnósticas que se realizan en este periodo?
Ecografía. En los embarazos normales o de bajo riesgo, hacia la semana 20 de la gestación se realiza la ecografía morfológica que es, probablemente, la más importante de todo el embarazo ya que evalúa uno por uno todos los órganos del bebé para detectar posibles anomalías físicas. En esta ecografía, si la posición del feto lo permite, se puede conocer el sexo del bebé. No obstante, en cada mujer y según el transcurso del embarazo, el médico o el ecografista pueden decidir si se necesita realizar más exploraciones. Las ecografías 3D y 4D (en 3 y 4 dimensiones) no han demostrado ninguna ventaja respecto a la ecografía convencional 2D (en 2 dimensiones). La investigación científica aconseja utilizar ecografías 3D y 4D solo cuando sean necesarias y nunca por motivos banales, ni durante mucho tiempo de exposición.
Análisis. Durante el segundo trimestre se realiza:
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Hemograma (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).
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Despistaje de diabetes gestacional: Para el despistaje de la diabetes gestacional, a todas las embarazadas se les realiza la prueba de O’Sullivan. Se suele realizar entre las semanas 24 y 28 del embarazo, aunque en mujeres de alto riesgo se debe realizar en la primera visita. Cuando, en mujeres de alto riesgo para diabetes gestacional, el resultado de la prueba de O’Sullivan realizado al principio del embarazo es normal, debe repetirse entre las 24 y 28 semanas para confirmar el diagnóstico. La prueba de O’Sullivan consiste en tomar una bebida muy azucarada (contiene 50 g. de azúcar) y realizar un análisis de sangre una hora después de beberla. Cuando los valores están alterados (niveles ≥ 140 mg/dL o 7,8 mmol/L), se debe realizar una sobrecarga oral con 100g de glucosa (Test de Tolerancia Oral a la Glucosa) y determinar el azúcar en sangre a la hora, a las 2 horas y a las 3 horas. Cuando estén alterados 2 o más valores de la sobrecarga oral, se diagnostica diabetes gestacional.
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Análisis y sedimento de orina.
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Análisis de sangre para determinar la alfafetoproteína, el estriol, la gonadotropina coriónica humana total y la inhibina A. Este análisis se denomina prueba triple o cuádruple en función de si se determinan las tres primeras pruebas o las cuatro. Indica la probabilidad de que el bebé tenga el síndrome de Down u otras anomalías genéticas, y se realiza entre la semana 15 y la 20.
Amniocentesis. La amniocentesis es una técnica invasiva de diagnóstico prenatal en la que se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico del abdomen de una mujer embarazada para detectar si existe algún problema con los genes o los cromosomas del feto. El momento para su realización es entre las semanas 15 y 20 del embarazo. No es una prueba obligatoria; se ofrece para proporcionar un diagnóstico de certeza a las embarazadas con riesgo alto o con gran ansiedad ante posibles anomalías, pero su realización es totalmente voluntaria y precisa el consentimiento informado de la embarazada. Las redes sanitarias recomiendan realizar esta prueba a las embarazadas que tengan un resultado de riesgo alto de anomalías genéticas en el análisis de sangre (mayor o igual a 1 entre 250-350, dependiendo da cada Comunidad Autóma) y a quienes tengan antecedentes de embarazos anteriores o familiares con anomalías.
¿Cómo serán el crecimiento y desarrollo del bebé durante el segundo trimestre?
Cuarto mes
El bebé puede parpadear y su corazón y su sistema circulatorio están completamente formados. Aparecen las huellas dactilares en los dedos de las manos y de los pies. Los rasgos de la cara ya están formados. El sistema nervioso está empezando a funcionar y sus órganos reproductores y genitales están completamente formados. Hacia el final del cuarto mes mide unos 13 cm y pesa unos 120 gr.
Quinto mes
El bebé puede chuparse el pulgar, tragar, estirarse y gesticular con la cara; puede, incluso, fruncir el ceño. Se empiezan a desarrollar las papilas gustativas de la lengua y puede distinguir entre sabores dulces y amargos. Sus retinas ya son sensibles a la luz y también puede oír. Le empieza a crecer el pelo en la cabeza, en las cejas y en las pestañas, y el lanugo (un vello fino y suave) le cubre los hombros, la espalda y las sienes. Este vello protege al bebé y se elimina, habitualmente, en su primera semana de vida. Su piel está recubierta de una grasa blanquecina (vernix caseosa) que le protege de la exposición al líquido amniótico y que se elimina antes del parto. Al final del quinto mes, el bebé mide unos 25 cm y pesa unos 350 gr.
La amniocentesis es una técnica invasiva prenatal en la que se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico para detectar si existe algún problema con los genes o los cromosomas del feto.
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Es el momento en que la madre suele comenzar a
percibir claramente sus movimientos, cada vez más fuertes y frecuentes. Incluso se puede percibir cuando tiene hipo.
En este momento del embarazo se suele hacer una ecografía en la que se suele poder conocer el sexo del bebé (si se encuentra en una posición adecuada) y observar el movimiento de su cuerpo y de sus extremidades.
Sexto mes
Responde a los sonidos moviéndose o aumentando sus pulsaciones; a partir de este momento se le puede hablar o cantar. Estos sonidos le calmarán después de nacer. Su piel es de color rojizo, está arrugada, y se le pueden ver las venas a través de la piel. Ya puede abrir los ojos. Va adquiriendo grasa corporal para mantener su temperatura y está en marcha el desarrollo de los dientes. El oído interno está completamente desarrollado por lo que el bebé ya tiene desarrollado también el equilibrio y puede percibir su orientación en el útero. Al final del sexto mes el bebé mide unos 30 cm. y pesa entre 600 y 900 gr. El útero ya se le ha quedado pequeño y tiene que cruzar los brazos y las piernas sobre su cuerpo adquiriendo la posición fetal.
¿Cuándo se debe acudir a Urgencias?
Cualquiera de los siguientes síntomas puede indicar que algo no va bien durante el embarazo y se debe acudir a Urgencias sin esperar a la próxima visita prenatal o realizar una cita preferente con el ginecólogo:
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Dolor abdominal intenso o contracciones.
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Sangrado vaginal importante (similar a una menstruación).
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Mareo importante.
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Ganancia de peso muy grande o muy pequeña.
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Fiebre igual o superior a 38°. La fiebre puede estar producida por una infección y las infecciones pueden producir contracciones o complicaciones por lo que precisan de un diagnóstico y tratamiento adecuados en cualquier etapa del embarazo.
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Dolor de cabeza muy intenso. Puede indicar hipertensión arterial o preeclampsia y causar complicaciones en el embarazo.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.