¿Qué es la dishidrosis y por qué sale en las manos o en los pies?
La dishidrosis, también conocida como
eccema dishidrótico o
ponfólix, es una patología de la piel que provoca la aparición de multitud de
pequeñas ampollas llenas de líquido en las manos y laterales de los dedos y, en ocasiones, en la
planta de los pies. Se manifiesta sobre todo en los meses de más calor, en primavera y verano, y generan una picazón intensa durante unas 3 semanas. Una vez se secan, la piel afectada adquiere una textura escamosa.
No hay un motivo específico para que salga en estas zonas del cuerpo, se trata de una
dermatitis espongiótica que recibe el nombre de eccema dishidrótico, ponfólix o dishidrosis (este último término desacreditado) porque aparece en manos o en la planta de los pies. Es decir, es una afección que puede aparecer en otras partes de la piel pero que, si aparece en manos o pies, recibe este nombre por las particularidades de la piel de dichas zonas.
¿Qué provoca la dishidrosis? Causas principales
Su origen ha creado controversia ya que de inicio se clasificó como un
trastorno de la sudoración (de ahí que se llamara dishidrosis). Sin embargo,
esta hipótesis se ha descartado y tras descubrir que se trata de una dermatitis espongiótica que se manifiesta de forma diferente en manos y plantas de los pies debido al gran espesor de la piel palmar y plantar. Esto provoca que las ampollas tengan menos probabilidades de romperse y demuestra que no están relacionadas con las glándulas sudoríparas.
Aclarado esto, las
causas de la dishidrosis-eccema dishidrótico no tienen suficientes evidencias científicas que expliquen su aparición. Se ha comprobado su factor estacional y se han descrito varios factores que pueden alterar la función protectora e inmunológica de la piel, como la
dermatitis atópica, y que se pueden asociar a un elevado número de casos de dishidrosis. También se ha llegado a asociar la dishidrosis a las
dermatitis por contacto con perfumes, níquel o algunos medicamentos, aunque no existen pruebas rotundas que lo demuestren.
Síntomas de la dishidrosis o eccema dishidrótico
Los principales
síntomas de la dishidrosis son los siguientes:
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Pequeñas ampollas, agrupadas en racimos, en las palmas de las manos o los laterales de los dedos o en las plantas de los pies.
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Picazón en la zona afectada.
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En casos graves, las pequeñas ampollas pueden fusionarse para formar ampollas más grandes y molestas que cuando se secan pueden provocar fisuras o erosiones.
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La zona afectada puede doler.
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Sensación de quemazón.
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Cuando se secan, la piel se descama.
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Si se acompaña de infección bacteriana pueden enrojecerse y producir pus.
El eccema dishidrótico suele tener una alta reincidencia, por lo que en ocasiones se categoriza como una
enfermedad crónica. Se calcula que entre el 5 y el 20 por ciento de los eccemas en las manos son casos de dishidrosis que afectan más a las personas que viven en zonas cálidas.
¿Se contagia la dishidrosis? ¿Hay relación entre dishidrosis y coronavirus?
La dishidrosis no puede contagiarse, aunque su origen no esté del todo claro. A pesar de su aspecto y sintomatología,
no se ha descrito ningún caso de contagio de dishidrosis entre humanos hasta la fecha. Es recomendable proteger las manos en las personas afectadas, mantener una correcta higiene con geles suaves y tener la piel hidratada. Asimismo, controlar el estrés y la tensión ayudan a nuestro sistema inmunitario a evitar la proliferación de este y otros tipos de eccemas, entre otras enfermedades.
Sobre la relación entre
dishidrosis y coronavirus, durante la pandemia de 2020 se describió a la dishidrosis como uno de los efectos secundarios en la piel que podía provocar el contagio por covid-19. Se documentaron algunos casos, aunque su incidencia fue mínima y en ningún caso cursaron con síntomas graves asociados a la infección.
Acabar con la dishidrosis: tratamientos
El tratamiento más frecuente para acabar con la dihidrosis es el cuidado de la piel afectada. Para ello, pueden utilizarse los siguientes tratamientos en función de la gravedad de cada caso,
siempre bajo supervisión de un profesional sanitario:
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Soluciones de Burow o permanganato potásico para desinfectar y ayudar al secado.
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Antibióticos orales como la amoxicilina o la eritromicina.
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Corticoides en casos graves.
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Fototerapia, útil en algunos casos concretos.
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Antiinflamatorios como el metotrexato o la ciclosporina en casos crónicos o reincidentes.
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Evitar el rascado para no perpetuar el eccema.
En la
higiene de manos y en las
tareas domésticas, pueden ayudar a la curación de la dishidrosis seguir los siguientes consejos:
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Usar agua tibia o fría con jabón suave. Secar bien las manos, especialmente entre los dedos, e hidratar después con crema abundante en casos crónicos.
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Utilizar guantes de algodón debajo de los de vinilo. Intentar no sumergir las manos en agua y que ésta no esté caliente. Secar bien los guantes después de su utilización.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.