Las
contraindicaciones de las vacunas son situaciones que justifican no administrar una determinada vacuna a una determinada persona. Actualmente y con los avances de la medicina, muy pocas situaciones contraindican la vacunación.
La única
contraindicación absoluta es la existencia de una reacción anafiláctica grave previa (reacción alérgica muy grave) a la vacuna o a sus componentes. Son contraindicaciones para la aplicación de una vacuna, que sin embargo deben valorarse con cada caso en particular, el haber presentado con una dosis previa:
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Fiebre superior a 40,5º C tras la vacunación.
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Reacción anafiláctica tras la vacunación.
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Aparición de colapso hipotónico tras la vacunación.
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Encefalopatía grave tras la vacunación.
También hay que valorar de forma cuidadosa si se debe evitar una siguiente dosis, si tras la primera vacunación ha aparecido:
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Llanto inconsolable de más de 3 horas de duración.
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Gran hinchazón en la zona donde se aplicó la vacuna.
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Crisis convulsivas.
En estos casos la administración de la próxima dosis de vacuna no está contraindicada de forma absoluta pero se debe valor minuciosamente.
Situaciones especiales que requieren retrasar la vacunación:
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Enfermedad aguda. Cualquier enfermad grave de aparición reciente debe retrasar la vacunación mientras dure la situación aguda. Estas situaciones incluyen fiebre muy elevada, crisis asmática, enfermedad cardiaca o renal descompensada, etc.
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Los niños con inmunodeficiencias (enfermedades que descienden las defensas) no pueden recibir vacunas fabricadas con virus o bacterias vivas, como la triple vírica o la varicela.
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Durante el embarazo no deben administrarse vacunas de virus o bacterias vivas, como la triple vírica o la varicela, pues pueden dañar al feto. Solamente la vacuna de la poliomielitis se recomienda en países donde existe riesgo elevado de padecer la enfermedad.
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Edad de vacunación. Salvo que lo recomiende el pediatra, no debe adelantarse la edad en la que se recomienda cada vacuna, debiendo ajustarse al calendario vacunal.
Alergia al huevo. La vacuna triple vírica y la de gripe contienen huevo. Los niños con alergia al huevo deben consultar con el pediatra, quien evaluará el tipo de alergia y decidirá en cada caso.
Situaciones que no son contraindicaciones a la vacunación:
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Niños prematuros. Son niños que necesitan una mayor protección y por ello no sólo no contraindica la vacunación sino que, en ocasiones, indica la aplicación de vacunas no incluidas en el calendario vacunal.
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Niños con catarro, tos o febrícula (fiebre escasa). Las pequeñas afecciones respiratorias tan frecuentes en los niños no contraindican la aplicación de una vacuna.
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Niños con asma o alergia. Únicamente en el momento de una crisis asmática aguda no se debe vacunar a un niño, retrasando la vacunación hasta que desaparezca la crisis. En caso de niños alérgicos al huevo es preciso consultar con su pediatra.
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Niños con epilepsia. Si la enfermedad está controlada no supone ningún riesgo adicional la administración de la vacuna que corresponda.
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Niños con enfermedades crónicas. Sólo en el caso de que las defensas del niño estén en ese momento comprometidas (por la propia enfermedad o por el tratamiento que reciba), podrá estar aconsejado suspender temporalmente alguna vacunación. En la mayoría de los casos se trata de una suspensión temporal ya que es probable que en otro momento se pueda vacunar al niño.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.