La conjuntiva es una membrana clara y delgada que tapiza la superficie blanca del ojo (esclerótica) y la parte interior de los párpados. En la conjuntiva existen vasos sanguíneos microscópicos que habitualmente no se perciben.
Una
conjuntivitis es la
inflamación de la conjuntiva. Como consecuencia de una conjuntivitis, los vasos sanguíneos aumentan de tamaño y se hacen visibles, lo que da un aspecto de ojo rojo. Es una afección muy común, generalmente leve, que suele resolverse en pocos días.
¿Cuáles son las causas de la conjuntivitis?
Las causas de una conjuntivitis pueden ser:
-
Infecciosas, producidas por la acción de un microorganismo; son muy frecuentes.
-
Conjuntivitis vírica. Es la causa más frecuente de conjuntivitis. Los ojos están rojos, con intenso lagrimeo y existe congestión nasal. El interior de los párpados suele estar inflamado, pudiéndose también afectar la córnea que es la zona transparente del ojo que se sitúa por delante del iris (la membrana que da color a los ojos) y la pupila. Suele durar de una a dos semanas y desaparece sola.
-
Conjuntivitis bacteriana. Es frecuente en niños y más rara en adultos. Produce enrojecimiento de los ojos con abundante producción de pus que se puede observar en el interior del ojo. Sin embargo algunas conjuntivitis bacterianas no producen apenas secreciones a excepción de algunas legañas por la mañana.
-
Conjuntivitis por Chlamydia. También se denomina conjuntivitis de inclusión. En los países desarrollados es la causa más frecuente de conjuntivitis del recién nacido (Oftalmía neonatorum). También, en personas jóvenes, puede ser una manifestación de una enfermedad de transmisión sexual. En países subdesarrollados la Chlamydia es el agente causante del tracoma, una forma muy frecuente de conjuntivitis crónica que puede llevar a la ceguera.
-
Oftalmía neonatorum. Aparece durante el primer mes de vida y cursa con pus de color amarillo verdoso, ojo rojo, inflamación de los párpados y acúmulo de agüilla en la conjuntiva. La causa más frecuente es la Chlamydia trachomatis por transmisión desde la madre cuando el recién nacido atraviesa el canal del parto. También puede ser causada por otros microorganismos, por antibióticos o por productos químicos.
-
Conjuntivitis por irritantes. Se produce tras la exposición a diversos irritantes oculares: humos, cloro de las piscinas, detergentes o agentes químicos que caen sobre el ojo.
-
Conjuntivitis alérgica. Es muy frecuente y su importancia se debe más a su frecuencia que a su gravedad. Generalmente existen antecedentes familiares y personales de alergia. Se produce por la exposición a sustancias como el pelo de animales, pólenes estacionales, perfumes, ácaros, cosméticos etc. Presenta un componente importante de picor de ojos y secreciones acuosas por ojos y nariz con intolerancia anormal a la luz y cierre involuntario de los párpados.
¿Qué síntomas produce la conjuntivitis?
Los síntomas tienden a ser más intensos por la mañana, después del sueño nocturno. Con frecuencia los párpados se pegan debido al acúmulo de secreciones (legañas) por la noche. Suelen afectar a ambos ojos aunque puede comenzar en uno y, en horas o días, extenderse al otro. Los síntomas y signos más frecuentes son:
-
Ojo rojo.
-
Párpados enrojecidos e inflamados (más frecuente en las conjuntivitis alérgicas y en las bacterianas). La inflamación de los párpados produce una caída del párpado superior con disminución de la apertura del ojo.
-
Sensación de cuerpo extraño, “arenilla” o picor en el ojo. Ocasionalmente puede experimentarse dolor si también existe afectación de la córnea.
-
Visión borrosa transitoria que desaparece con el parpadeo debida a la presencia de secreciones.
-
Lagrimeo (más frecuente en conjuntivitis alérgicas y víricas), intolerancia anormal a la luz y cierre involuntario de los párpados.
-
Gran producción de secreciones. Si son acuosas, como lágrimas, la conjuntivitis suele ser de origen alérgico o vírico; si son de pus el origen suele ser bacteriano.
-
Inflamación de la conjuntiva del interior de los párpados, sólo visible por el médico.
La conjuntivitis puede agravarse si:
-
Se padecen enfermedades que cursan con defensas bajas.
-
Se tiene visión en un único ojo.
-
Se utilizan lentes de contacto.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico suele ser clínico. Para saber la causa es necesario conocer las condiciones en las que apareció y si existe predominio de algunos síntomas sobre otros. En ocasiones puede precisarse un
examen oftalmólogico utilizando una lámpara de hendidura, la cual permite revisar las estructuras del ojo que se encuentran por delante del iris y la de la pupila. También puede ser necesario realizar
pruebas de provocación y/o analizar las secreciones (estudio microbiológico, cultivo y antibiograma).
¿Es contagiosas la conjuntivitis?
La
conjuntivitis vírica es extraordinariamente contagiosa. Se debe evitar cualquier contacto con las secreciones oculares de una persona con una sospecha de conjuntivitis vírica.
¿Cuándo se debe acudir al médico?
Si en 48 horas la conjuntivitis no experimentase mejoría con las medidas generales de tratamiento, se requiere valoración oftalmológica. También requieren una segunda valoración oftalmológica aquellas conjuntivitis que no experimenten mejoría después de llevar 48 horas con el tratamiento prescrito en la visita inicial.
¿Cuál es el tratamiento de la conjuntivitis?
1.
General. Medidas higiénicas:
-
Limpieza de párpados y pestañas con una toallita mojada en agua templada o suero. El ojo siempre se debe limpiar desde el extremo interior hacia el exterior.
-
Lavados frecuentes (cada hora) con solución salina estéril (se vende así en la farmacia). La manzanilla no deja de ser un tipo de agua estéril al haber hervido el agua.
-
Aplicación de compresas frías (sobre todo en conjuntivitis alérgicas) o tibias (en las de origen vírico). Se debe tener especial cuidado en no reutilizar las compresas para evitar extender la infección.
-
Higiene personal para evitar el contagio: lavado frecuente de manos, no compartir toallas y evitar tocarse los ojos.
-
Evitar ponerse lentes de contacto.
2.
Específico
-
Conjuntivitis bacteriana. Suele tratarse con colirios antibióticos. La mayoría de las conjuntivitis bacterianas responden favorablemente a este tratamiento, mejorando a las 48 horas. Sin embargo el tratamiento debe mantenerse durante 10 días. Se puede retomar la actividad habitual 24 horas después de haber comenzado el tratamiento antibiótico siempre que se experimente una mejoría.
-
Conjuntivitis víricas. El tratamiento es sintomático ya que no existen medicamentos antivíricos eficaces, a excepción de la producida por el herpes, que requiere un tratamiento antiviral específico. Suelen ser procesos leves que curan en pocos días. Se pueden emplear colirios de antiinflamatorios, como diclofenaco, lágrimas artificiales y, excepcionalmente, colirios antibióticos para evitar una sobreinfección bacteriana.
-
Conjuntivitis por Chlamydias. Requieren tratamiento antibiótico por vía oral y también con colirios y pomadas antibióticas. El tratamiento de elección son las tetraciclinas y debe mantenerse de 3 a 6 semanas. También debe tratarse al compañero sexual.
-
Oftalmía Neonatorum. Inicialmente se trata con colirios antibióticos de amplio espectro hasta obtener el diagnóstico tras el estudio microbiológico de las secreciones.
-
Conjuntivitis alérgica. Se debe intentar evitar el contacto con el agente que produce la alergia si es que se conoce. Se emplean colirios vasoconstrictores y antihistamínicos, en gotas oculares o por vía oral. Durante el brote agudo se pueden utilizar colirios con corticoides, siempre en la menor dosis posible y durante el menor tiempo posible. También se puede intentar la desensibilización mediante la vacunación si se conoce el alérgeno responsable. En ocasiones desaparecen por si solas tras la retirada del agente desencadenante.
-
Síndrome de ojo seco. El objetivo del tratamiento es mantener húmeda la superficie ocular. Para ello se emplean lavados con suero salino y lágrimas artificiales.
-
Conjuntivitis por irritantes. Se debe evitar la exposición a agentes irritantes y realizar lavados frecuentes con suero salino. En ocasiones puede administrarse un colirio con anti-inflamatorios.
-
Conjuntivitis ocupacional. Se debe evitar la exposición a agentes irritantes así como efectuar lavados con suero salino y lágrimas artificiales.
¿Puede prevenirse la conjuntivitis?
La prevención depende del tipo de conjuntivitis:
-
Las conjuntivitis infecciosas se contagian con gran facilidad, especialmente entre los niños.
-
Las personas con conjuntivitis infecciosa deben evitar acudir al colegio o al puesto de trabajo hasta experimentar mejoría.
-
La mejoría de las conjuntivitis víricas se suele producir en unos 3-5 días. Dado que no hay tratamiento médico para ellas es muy importante evitar contagiar a otras personas. Es fundamental realizar un correcto lavado de manos tras compartir cualquier objeto que haya estado en contacto con la persona afectada, evitar tocarse los ojos, no compartir cosméticos para los ojos, no reutilizar toallas ni pañuelos y limpiar las lentes de contacto de forma adecuada. Durante la conjuntivitis no es aconsejable utilizar lentes de contacto.
-
A los recién nacidos se les aplican unas gotas en los ojos para prevenir una posible infección adquirida durante el parto.
¿Cuál es su pronóstico?
El pronóstico suele ser bueno con el tratamiento en todas las circunstancias.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.