Diccionario de enfermedades

Cáncer óseo

Tipos, causas y tratamiento del cáncer óseo
Si se excluye a las metástasis óseas, es decir, la extensión al hueso de cánceres procedentes de otra localización (generalmente la próstata, la mama y el pulmón), los cánceres de hueso son un tipo infrecuente de cáncer. De cada 1000 cánceres detectados tan solo 2 son cánceres primarios de hueso (nacidos en el hueso). Además de estos cánceres, existen una serie de tumores benignos del hueso, varios de los cuales tienen el potencial de transformarse en tumores malignos (cancerosos).

Tipos de tumores óseos


Los tumores óseos pueden ser benignos o malignos (cancerosos), siendo los primeros mucho más frecuentes que los segundos.

Benignos. Son más frecuentes que los tumores malignos. En general suelen ser diagnosticados por casualidad al realizarse una radiografía por cualquier otro motivo.
  • Procedentes del cartílago articular:
  • Encondroma. Suele afectar a los huesos de las manos o de los pies. Puede transformarse en un condrosarcoma, un tumor maligno.
  • Osteocondroma. Es el tumor benigno más frecuente. Aparece generalmente en menores de 20 años. Puede transformarse en un condrosarcoma.
  • Condroblastoma.
  • Fibroma condromixoide.
  • Procedentes del hueso:
  • Osteoma osteoide. Afecta generalmente a los huesos de las piernas en personas jóvenes.
  • Osteoblastoma. Afecta a jóvenes en los huesos largos o en la columna vertebral.
  • Procedentes del tejido fibroso:
  • Fibroma.
  • Fibroma desmoplásico.
  • Procedentes del tejido vascular:
  • Hemangioma.
  • De origen desconocido:
  • Tumor de células gigantes. Suele afectar a los huesos de las piernas.
Malignos (cánceres de hueso).
  • Osteosarcoma. Suponen casi la mitad de los cánceres de hueso. Más de la mitad de estos cánceres aparecen en niños o adolescentes. Los osteosarcomas de los adultos aparecen en personas que han recibido previamente radioterapia o como transformación maligna de una lesión ósea benigna previa, como una enfermedad de Paget. Suele afectar a los huesos largos de las extremidades (fémur, tibia y húmero).
  • Condrosarcoma. Constituyen una cuarta parte de los cánceres de hueso. Aparece en adultos y ancianos. Pueden deberse a una transformación maligna de un encondroma. Suele afectar a los huesos planos.
  • Sarcoma de Ewing. Representan un 10% de los cánceres de hueso. Suele afectar a adolescentes y a niños. Característicamente afecta a los huesos largos, aunque también puede afectar a los huesos planos. Produce con frecuencia metástasis al pulmón, a otros huesos y a la médula ósea.
  • Histiocitoma fibroso maligno.


¿Cuáles son las causas del cáncer óseo?


Las causas de los cánceres óseos son desconocidas. Se han asociado con:
  • La administración de radioterapia en zonas cercanas.
  • Alteraciones genéticas.

¿Qué síntomas produce este tipo de cáncer?


En general todos los cánceres óseos se caracterizan por la presencia de dolor, a veces sordo, en una determinada localización. El dolor puede aumentar con el ejercicio y ser más molesto por la noche. Además del dolor puede haber inflamación en la zona (hinchazón, enrojecimiento y dolor al tocar).

A veces, como consecuencia del cáncer, se produce una fractura ósea, espontánea o tras un traumatismo poco importante y el diagnóstico se realiza al ir a tratar la fractura. En algunas ocasiones pueden producir fiebre.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?


El diagnóstico de los cánceres óseos requiere la realización de pruebas de imagen para identificar el tumor (radiografías, TAC o RMN) y de una biopsia para confirmar el diagnóstico (pinchando con una aguja o abriendo con un bisturí y extrayendo una muestra). Posteriormente suele ser necesario realizar pruebas adicionales (más radiografías, TAC de otras localizaciones, PET, gammagrafías, etc.) para investigar la presencia de metástasis.

¿Puede prevenirse el cáncer óseo?


Los cánceres óseos no pueden prevenirse.

¿Cómo se clasifica el cáncer de huesos?


Los cánceres de hueso se clasifican de la siguiente manera:
  • Tumor primario:
  • T0. No se encuentra el tumor primario.
  • T1. El tamaño mayor del tumor no supera los 8 cm.
  • T2. El tamaño mayor del tumor supera los 8 cm.
  • T3. Tumores discontinuos en el lugar primario donde nace el tumor.
  • Ganglios linfáticos:
  • N0. No hay ganglios en la zona.
  • N1. Sí hay ganglios.
  • Metástasis a distancia:
  • M0 No hay metástasis.
  • M1a. Metástasis en pulmón.
  • M1b. Metástasis en otra localización.
  • Grado del tumor según el estudio por el patólogo:
  • G1. Bien diferenciado. Bajo grado.
  • G2. Moderadamente diferenciado. Bajo grado.
  • G3. Pobremente diferenciado. Alto grado.
  • G4. Indiferenciado. Alto grado.
Según esta clasificación los estadios que existen son:
  • Estadio IA. T1, N0, M0. G1 o G2.
  • Estadio IB. T2, N0, M0. G1 o G2.
  • Estadio IIA. T1, N0, M0. G3 o G4.
  • Estadio IIB. T2, N0, M0. G3 o G4.
  • Estadio III. T3, N0, M0. Cualquier G.
  • Estadio IVA. Cualquier T, N0, M1a. Cualquier G.
  • Estadio IVB. Cualquier T, cualquier N, M1b. Cualquier G ó cualquier T, N1, cualquier M. Cualquier G.

¿Cuál es el pronóstico?


Además del estadio, otros factores que afectan al pronóstico de los cánceres óseos son la respuesta del cáncer a la quimioterapia y la localización del tumor. Con un tratamiento adecuado, la supervivencia a largo plazo de un osteosarcoma de una extremidad supera el 70%. La supervivencia de un sarcoma de Ewing por debajo del codo o por debajo de la rodilla supera el 80%, pudiendo existir curación total de la enfermedad.

¿Cuál es el tratamiento del cáncer óseo?


Los tumores benignos no reciben ningún tratamiento. Los tumores malignos (cánceres de hueso) se tratan:
  • Osteosarcoma e Histiocitoma fibroso maligno. Se suele dar quimioterapia antes de operar (quimioterapia neoadyuvante) con varios medicamentos a la vez, que varían en función de la edad. Posteriormente se realiza una intervención quirúrgica que trata de llevarse todo el tumor intentando evitar la amputación de la extremidad afecta, lo que se consigue en 8 de cada 10 casos. Tras la operación vuelve a darse quimioterapia. La radioterapia no se suele utilizar salvo que no sea posible quitar todo el tumor mediante cirugía o que el paciente se niegue a ser operado. Algunas metástasis del osteosarcoma pueden ser operadas.
  • Condrosarcoma. Suelen ser resistentes a la quimioterapia (aunque existen variantes sensibles) por lo que se debe proceder a la cirugía, tanto de la lesión primaria como de las metástasis que puedan aparecer. En algunas ocasiones puede valorarse la radioterapia.
  • Sarcoma de Ewing. El tratamiento se suele realizar con quimioterapia y posteriormente con cirugía para extirpar el tumor preservando la extremidad afecta. Después de la cirugía se vuelve a poner quimioterapia, que suele prolongarse varios meses. Este tumor es sensible a la radioterapia, por lo que esta opción es adecuada si no hay indicación de intervención quirúrgica, en tumores de localizaciones difíciles o imposibles de operar, o si quedan restos de tumor tras la cirugía. Cuando hay metástasis se puede intentar la cirugía asociando quimioterapia y radioterapia.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.