Los bronquios son unos conductos que salen de la tráquea y se van dividiendo progresivamente por el interior del pulmón. Por ellos pasa el aire respirado hasta llegar a los alvéolos, la zona del pulmón donde el oxígeno es transferido a la sangre. Los bronquios secretan abundante moco para evitar que diversas partículas o gérmenes que se encuentran en el aire inspirado lleguen hasta los alvéolos. Este moco atrapa a dichas partículas, las cuales son transportadas hacia afuera de los pulmones gracias al movimiento de una serie de pelos microscópicos de la pared bronquial llamados cilios.
Las bronquiectasias son dilataciones anormales e irreversibles de los bronquios, que se asocian a destrucción de la pared bronquial. Debido a ello, se favorece la acumulación de moco y de secreciones bronquiales en el interior del pulmón, las cuales se infectan con frecuencia.
Clínicamente se manifiestan por la presencia de tos y expectoración frecuente e infecciones pulmonares de repetición. Las bronquiectasias pueden ser localizadas o generalizadas por todos los pulmones.
Causas de las bronquiectasias
Las bronquiectasias se clasifican en:
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Localizadas. Afectan a una zona concreta del pulmón. Suelen deberse a la obstrucción de un determinado bronquio. Como consecuencia de dicha obstrucción, el moco generado no puede ser eliminado y se va acumulando, destruyendo la zona más lejana. Las bronquiectasias localizadas son, por tanto, producidas por obstrucciones bronquiales. La obstrucción puede ser producida por:
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Tumores de lento crecimiento en el interior del bronquio.
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Cuerpos extraños alojados en el interior del pulmón, por ejemplo alimentos que se han ido hacia el pulmón en lugar de pasar al estómago.
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Malformaciones de nacimiento.
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Compresión del bronquio desde la parte exterior, por tumores, por ganglios inflamados, etc.
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Generalizadas. Afectan de forma difusa a una parte más o menos grande de los pulmones. Suelen ser debidas a:
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Una infección respiratoria previa, por virus o bacterias, que destruye difusamente los bronquios.
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Enfermedades en las que hay una alteración de las defensas pulmonares, como la fibrosis quística.
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Enfermedades que se asocian a bajada general de las defensas: Falta de inmunoglobulinas de nacimiento o infección por el VIH.
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Enfermedades autoinmunes.
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Inhalación de tóxicos que dañan difusamente a los bronquios.
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Aspiración repetida del contenido del estómago o de alimentos hacia los pulmones (por ejemplo, en pacientes con problemas para tragar).
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De causa desconocida. Es lo que ocurre en la mitad de los pacientes.
¿Qué manifestaciones clínicas producen las bronquiectasias?
De forma crónica, las bronquiectasias suelen producir tos y expectoración abundante, generalmente amarilla o verdosa, pero en ocasiones con sangre
(hemoptisis). Es característico que los pacientes con bronquiectasias tosan y expectoren mucho por la mañana tras levantarse.
Con frecuencia las bronquiectasias se infectan, asociándose fiebre, dolor en el pecho y, en ocasiones, dificultad respiratoria, produciendo una sintomatología idéntica a una
neumonía. A veces las bronquiectasias son infectadas por gérmenes muy resistentes, como
pseudomonas u hongos, difíciles de eliminar con antibióticos.
En situaciones muy avanzadas o cuando se asocian con una
EPOC, pueden producir daño al corazón, lo que se denomina cor pulmonale.
¿Cómo se diagnostican?
Para diagnosticar las bronquiectasias se debe hacer una radiografía del tórax, si bien el diagnóstico definitivo se realiza mediante la realización de un
TAC torácico. En los pacientes con bronquiectasias localizadas, es necesario realizar una fibrobroncoscopia para ver si existe alguna causa que obstruya al bronquio en cuestión. Suele ser necesario también realizar unas pruebas funcionales respiratorias, para evaluar la capacidad pulmonar.
¿Cuál es su pronóstico?
Depende de la extensión de las bronquiectasias. En algunas personas no producen mucha sintomatología, tan solo tos moderada y alguna reagudización ocasional. En otras personas, sin embargo, pueden producir tos y expectoración continua, episodios de esputos con sangre y dificultad respiratoria que afectan a la calidad de vida y a la supervivencia.
¿Cuál es el tratamiento de las bronquiectasias?
Los pacientes con bronquiectasias deben:
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Mantener un moco fluido para facilitar así su eliminación y evitar que quede atrapado y se infecte. Para ello deben estar bien hidratados, bebiendo agua o cualquier otro líquido con frecuencia. Pueden recibir tratamiento con mucolíticos, que favorecen que el moco no sea tan espeso. Pueden recibir también aerosoles con broncodilatadores y/o con suero salino, los cuales también favorecen la eliminación del moco.
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En algunos pacientes la utilización de corticoides inhalados puede reducir la inflamación bronquial y disminuir la producción de moco.
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Evitar el tabaco y la exposición al humo del tabaco.
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Vacunarse de la gripe y del neumococo.
En las reagudizaciones como consecuencia de una infección, se debe poner
tratamiento antibiótico durante 7 a 10 días. El tratamiento antibiótico también se puede administrar de forma prolongada en pacientes con infección crónica por pseudomonas o en los que siempre tengan expectoración verdosa. Los pacientes que se infectan muchas veces, pueden necesitar tratamiento antibiótico de forma intermitente para evitar así las reagudizaciones, generalmente cambiando el tipo de antibiótico. En ocasiones se necesita administrar antibióticos en aerosol.
La cirugía está indicada en un número reducido de personas, generalmente en las que tienen bronquiectasias localizadas y numerosas infecciones o en las que tienen episodios de
hemoptisis (emisión de sangre con el esputo) de forma recurrente.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.