¿Qué es la andropausia?
La
andropausia es un
proceso natural por el que atraviesan los hombres al envejecer y que consiste en un
descenso progresivo de sus niveles de
testosterona, disminuyendo sus
capacidades sexuales al igual que otras funciones orgánicas. Tiene cierta similitud con la
menopausia en las mujeres, aunque en este caso, no la sufren todos los hombres, y puede aparecer a partir de los 40 años, aunque es más común en personas que superan los
70 años.
Causas más comunes de la andropausia
Entre las causas más comunes de la andropausia, también conocida como
hipogonadismo de inicio tardío, se encuentran: el
estrés, la ansiedad y depresión; factores
hereditarios; situación de
obesidad; vida sedentaria; enfermedades
cardiovasculares, hipertensión y
diabetes; infecciones o la elevación de la globulina fijadora de
hormonas sexuales, entre otras.
Síntomas de la andropausia
Los
síntomas más habituales que se relacionan con la andropausia son:
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Ansiedad.
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Disfunción eréctil.
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Irritabilidad.
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Disminución de la energía.
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Depresión.
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Baja libido.
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Problemas con la memoria.
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Sofocos.
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Trastornos del sueño.
Diagnóstico de la andropausia
Lo primero que hará el especialista para
diagnosticar la andropausia será pedir una
analítica de sangre para comprobar los niveles de las
hormonas sexuales del paciente. De esta forma y con el análisis de la
testosterona biodisponible y de la
proteína SHBG, que es la que atrapa la testosterona, hoy en día es
fácil detectar esta enfermedad.
Tratamiento para la andropausia
Para la andropausia
no hay un tratamiento específico concreto. Algunos
urólogos recomiendan, en determinados casos, las
terapias con testosterona para compensar su déficit, pero solo para pacientes con unos síntomas concretos y con los niveles de testosterona muy bajos, ya que existen
efectos secundarios. Este proceso se puede realizar por vía oral,
inyecciones intramusculares o parches cutáneos.
¿Cómo prevenir la andropausia?
La
detección precoz de la andropausia es fundamental para prevenir o, por lo menos,
retrasar la aparición e intensidad de sus síntomas. Asimismo, también ayuda a facilitar la recuperación a la normalidad y
evitar la cronicidad de ciertos síntomas que, posteriormente, son más complicados de revertir.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.