Acromegalia: qué es
La
acromegalia es un trastorno hormonal que se padece cuando la glándula pituitaria produce
gran cantidad de hormona de crecimiento durante la edad adulta. En el 95 por ciento de los casos, este exceso de la hormona del crecimiento se relaciona con el
desarrollo de un tumor benigno de la pituitaria.
En los niños, este trastorno se conoce como
gigantismo.
Síntomas de la acromegalia
La mayoría de los casos de acromegalia se dan en personas de
mediana edad y generalmente se diagnostica entre
diez y quince años después del inicio de los síntomas, ya que se aparecen de una
forma lenta y progresiva.
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Agrandamiento de manos y pies. Rasgos faciales más grandes, en los huesos del rostro, labios, nariz y lengua. Dientes espaciados.
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Piel áspera, grasosa y más gruesa.
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Hipersudoración.
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Fatiga y debilidad articular o muscular. Dolor en las articulaciones y movilidad reducida.
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Voz más grave y áspera.
- Agrandamiento del corazón.
- Problemas de visión.
- Dolores de cabeza.
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Irregularidades en el ciclo menstrual de las mujeres.
Disfunción eréctil en los hombres.
Diagnóstico de la acromegalia
El retraso en el diagnóstico de la acromegalia puede ocasionar
complicaciones graves en los pacientes. Para el diagnóstico se debe realizar un
seguimiento de la historia clínica y una
exploración física, así como
analítica del factor de crecimiento tipo insulina-I (IGF-I), pruebas de supresión de la hormona de crecimiento y pruebas de diagnóstico por imágenes.
Si se confirma en una analítica el exceso de la hormona de crecimiento, debe realizarse una
resonancia magnética del área hipotálamo-hipofisaria para comprobar el origen del mismo.
En niños el diagnóstico puede realizarse al constatar
evidentes alteraciones de un crecimiento exagerado.
Tratamiento de la acromegalia
El tratamiento de la acromegalia no es sencillo al ser complejo
detener o reducir la sobreproducción de la hormona del crecimiento. Incluso puede ser necesario utilizar una
combinación de cirugía, radioterapia y tratamiento farmacológico.
En la actualidad, la
cirugía para extirpar el tumor hipofisario se considera el
mejor tratamiento inicial en la mayoría de los casos de acromegalia y gigantismo causados por un tumor. Es el método que ofrece
mejores tasas de recuperación, aunque el abordaje quirúrgico depende de la situación de cada paciente y la extensión de la enfermedad. Si la cirugía es efectiva, tiene como resultado la
reducción inmediata del tamaño del tumor y de la producción de hormona del crecimiento sin causar, en la mayoría de los casos, carencia de otras hormonas hipofisarias.
Si la cirugía no cura el trastorno porque el tumor es muy grande en el momento del diagnóstico, es necesario un
tratamiento a largo plazo con medicación después de la cirugía, así como la
radioterapia. Hay
fármacos que actúan sobre el tumor para
inhibir la secreción de la hormona del crecimiento y otros que impiden la interacción de la hormona del crecimiento con su receptor. Ambos
reducen los síntomas relacionados con la secreción excesiva de la hormona del crecimiento.
Por último, la radioterapia implica la administración de dosis únicas o múltiples de radiación al tumor, aunque
pueden pasar varios años hasta que la radiación tenga su
efecto completo sobre la reducción de la secreción de la hormona del crecimiento.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.