Los medios generalistas se hacen eco este viernes de un impresionante logro en la medicina regenerativa: la implantación de una vagina en cuatro jóvenes que habían nacido con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, que se caracteriza por el subdesarrollo de los órganos sexuales.
En El Mundo, Cristina G. Lucio explica que el equipo del Centro Médico Wake Forest (EEUU), liderado por Anthony Atala, tomó células epiteliales y musculares de las jóvenes, las cultivó y colocó en una matriz biodegradable de origen porcino, que fue implantada en las pacientes, de entre 13 y 18 años. Ocho años después, el funcionamiento del órgano es completamente normal, tratándose de un hito en la creación de órganos a través de bioingeniería.
Nuria Ramírez de Castro va más allá en ABC, señalando la vía abierta para la creación desde úteros (un órgano más complejo que la vagina) en mujeres que hayan sufrido tumores y malformaciones hasta operaciones de cambio de sexo. Aunque, citando directamente al propio Atala –cuyo estudio se ha publicado en The Lancet–, con esta técnica solo se puede “evaluar una indicación cada vez”.
La Vanguardia, al igual que lo hace El Mundo, relaciona esta noticia con la reconstrucción de fosas nasales en pacientes que habían sufrido cáncer de piel a partir de una técnica semejante. El equipo de científicos de Suiza que ha hecho este trabajo destaca la rapidez (cuatro semanas) en que se ha reconstruido el tejido.
En otro orden de cosas, El Faro de Vigo destaca, hablando de la Ley de Garantías Sanitarias que empieza a tramitarse, que el Sergas fijará un plazo de 25 días para ofrecer una segunda opinión médica.