Era de esperar. Una vez que se supo que el Rey iba a pasar (otra vez) por el quirófano, la atención mediática iba a dirigirse, aparte de asuntos políticos, a conocer al médico que le operará esta vez y al centro médico que acogerá la intervención. El fin de semana ha sido propiedad de Miguel Cabanela y hoy el protagonismo gira hacia el Hospital Universitario Quirón, de Madrid. Y de paso, algunos medios meten a don Juan Carlos en el agrio debate sobre la sanidad pública y la privada.
Más comedido se muestra El País en páginas interiores: El Rey elige un centro privado para operarse mañana la cadera infectada. La información recoge las declaraciones del líder socialista, Pérez Rubalcaba, en el programa El objetivo, de la Sexta: “Preferiría que el Rey hubiera ido a un hospital público”.
Y La Razón hace una lectura natural de la elección y casi la relaciona con el servicio público. En un faldón por debajo dice que Un médico de Toronto estará mañana con Cabanelas en la operación del Rey. Y subtitula: Aunque en un primer momento se pensó en La Paz, en la decisión ha pesado causar menos molestias a otros pacientes.