La Enfermería ocupa en el ámbito sanitario/asistencial una posición única, privilegiada y estratégica que le permite influir significativamente en el sistema de salud en general y en la vida de las personas en particular. Es por ello que la investigación en el campo de la Enfermería no solo impulsa y mejora la práctica clínica, sino que también presenta amplias repercusiones en el propio sistema de salud, en la sociedad y en la calidad de vida de los ciudadanos.

La traslación de los resultados de la investigación enfermera a la práctica clínica asistencial debe ser el principal argumento para realizar una apuesta firme por la investigación desde, incluso, la formación de Grado. La transferencia de los resultados obtenidos en diferentes investigaciones a la aplicación de cuidados, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad han demostrado su efecto positivo en la mejora de la salud de la población, de la comunidad, así como en la calidad de vida de las personas. De hecho, en los últimos años, los investigadores y las investigadoras enfermeras se han convertido en los garantes de la obtención del conocimiento que se aplica de forma óptima para ofrecer a los pacientes el mejor cuidad posible basado en la evidencia.

Sin embargo, a pesar de estos sólidos argumentos, la faceta investigadora de los profesionales enfermeros sigue siendo desconocida no solo para la población general, sino incluso también para los propios profesionales de la salud.


Así se investiga en Enfermería


La investigación llevada a cabo por enfermeras es en su mayoría investigación aplicada, pero existe un número importante y creciente de grupos de investigación compuestos y liderados por enfermeras que también realizan investigación básica. En definitiva, las enfermeras investigan en numerosos aspectos que tienen impacto sobre la salud de los individuos, pero también sobre la eficiencia del sistema sanitario e incluso sobre temas tan actuales como el medio ambiente, entre otros. En este sentido y a modo de ejemplo, la investigación en Enfermería ha permitido y sigue permitiendo el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados especialmente útiles en el manejo de enfermedades crónicas y terminales, situaciones en las que la calidad de vida de los pacientes puede ser significativamente mejorada con los cuidados adecuados.

Las enfermeras llevan a cabo estudios en todos los ámbitos del cuidado, si bien, en los últimos años, el desarrollo de las especialidades ha impulsado la creación de evidencias en algunas áreas como la salud sexual y reproductiva de la mujer. De hecho, la atención al parto ha cambiado de forma sustancial en nuestro entorno. En la última década, se han implementado prácticas clínicas y cuidados más centrados en la mujer, haciéndola protagonista de forma activa de la experiencia del embarazo y parto de forma positiva, pero sin que ello suponga una menor garantía de los indicadores de salud de la madre y del recién nacido. Actualmente, se busca que haya mujeres y recién nacidos sanos, pero también contentos, felices y satisfechos, aspectos que no son baladí en un sistema que debe estar cada vez más humanizado y en el que se ponga en el centro del cuidado a la persona.

De igual modo, y también a modo de ejemplo, son destacables, en una sociedad como la actual, el avance y el progreso del conocimiento en áreas como la dependencia o la influencia de determinantes sociales en la salud de los individuos y el bienestar colectivo. Los resultados obtenidos en estudios clínicos y epidemiológicos llevados a cabo por enfermeras proporcionan una base sólida para la toma de decisiones, permitiendo a los gestores de salud diseñar e implementar estrategias que mejoren los resultados en salud pública.

"Se debe impulsar la investigación en Enfermería de forma que se haga atractiva a las propias enfermeras, que la vean útil y aplicable" 



Todos estos ejemplos son indicativos de que el progreso de la investigación enfermera es cada vez más visible y tangible, de hecho, son cada vez más las enfermeras que dirigen y lideran proyectos de investigación financiados en concurrencia competitiva tanto en el ámbito nacional como internacional en colaboración con profesionales de distintas disciplinas y diferentes países.

Este auge en la investigación enfermera está basado y es debido también a la mayor formación de los profesionales enfermeros; el número de enfermeras que cursan la amplia e innovadora oferta de másteres especializados y aplicados para especializarse en metodología de la investigación se ha incrementado en los últimos años. Igualmente, también ha aumentado considerablemente la defensa de tesis dirigidas por profesionales de Enfermería, así como el número de enfermeras doctoras y enfermeras que compiten y consiguen becas de investigación en las diferentes convocatorias de programas de formación investigadora. La producción científica puramente enfermera también crece de forma exponencial, no solo en número de publicaciones sino también en la calidad, siendo difundidas por revistas internacionales de gran prestigio entre la comunidad científica y sanitaria mundial.


¿Qué falta en el camino de la investigación enfermera?


Finalmente, a las enfermeras les faltaba conquistar el máximo nivel académico en las instituciones de educación superior: la cátedra. En los últimos años, la relación de enfermeras catedráticas en las universidades españolas se ha multiplicado de una forma impensable hace unos años.

Sin embargo, a pesar de todos estos logros, aún se requiere un impulso para generalizar la labor investigadora entre las enfermeras. Para ello, sería conveniente entre otras medidas, la integración de la investigación en el currículum y el impulso de la administración mediante acciones como el establecimiento de incentivos, el reconocimiento profesional, la promoción, el apoyo y el fomento de la participación en proyectos, la colaboración y cooperación del sistema sanitario con centros de investigación y universidades, así como una mayor divulgación y difusión de los importantes y útiles resultados de la investigación enfermera.

La investigación enfermera es reconocida a nivel internacional y cada vez se materializa de una forma más adecuada tanto en el ámbito académico-científico como en la transferencia de la mejora de los cuidados a la ciudadanía. Por todo ello, se debe de impulsar la investigación en Enfermería de forma que se haga atractiva a las propias enfermeras, que la vean útil y aplicable, que la identifiquen como una herramienta indispensable para conseguir el objetivo fundamental de la profesión: la mejora de la salud y la calidad de vida de la población a través de los cuidados que prestan en el día a día de su labor clínico-asistencial.