Parece altamente probable que la próxima legislatura, que se abrirá en enero de 2016 tras las elecciones de diciembre, nos va a ofrecer un nuevo escenario tanto para la política en general y para la política sanitaria en particular.
La sanidad ha sido una de las áreas de actuación del gobierno de Rajoy en las que el fracaso ha sido más evidente. Hoy, hay 30.000 profesionales sanitarios menos, hay más listas de espera, hay más desigualdad entre los 17 servicios regionales y hay una insuficiencia presupuestaria que no ha sido menor de 7.000 millones cada año de esta legislatura.
Todo ello, a pesar de los recortes y del cambio de modelo que supuso el nefasto Real Decreto Ley 16/2012. Una legislatura perdida a pesar de que el PP diga lo contrario con recortes de más de 28.000 millones de euros acumulados que no han servido para nada. Ni siquiera para eliminar la insuficiencia presupuestaria de la sanidad.
Desde el PSOE, apostamos por un programa de gobierno que afronte los retos actuales. Comprometemos una mayor financiación para situar la inversión en salud en el 7% del PIB en dos legislaturas. Más recursos para hacer mejor las cosas.
Planteamos hacer realidad la derogación del RDL 16/2012 y desarrollar una nueva Ley General de Sanidad que actualice nuestro sistema y lo reoriente para hacer frente al reto de la cronicidad.
Al mismo tiempo, comprometemos el desarrollo de profesiones como la Enfermería hacia las competencias que necesita nuestra sociedad pasando del curar al cuidar y rectificando el enfoque de prescripción enfermera aprobado por Rajoy, y apostamos por más profesionales de enfermería y de trabajo social para esa reorientación del sistema a la que antes me refería.
Comprometemos una apuesta por la innovación y por la equidad desde un sistema público fuerte que recupere el fondo de cohesión y las políticas de igualdad. Pero no quiero dejar de señalar que un elemento relevante de nuestro proyecto es el que se refiere a incorporar el derecho a la protección de la salud como derecho fundamental en la próxima reforma constitucional.
Y, de igual forma, es de enorme importancia nuestra apuesta por generar un espacio para el acuerdo colectivo ya que proponemos situar en las Cortes Generales (a semejanza del pacto de Toledo para las pensiones), el sitio donde definir y monitorizar este paquete de reformas y este proyecto estratégico común para los próximos años.
En ese espacio, el gobierno de España propondrá a los grupos parlamentarios, las comunidades autónomas y los agentes sociales las medidas necesarias para asegurar la calidad, la equidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud como bien esencial para la sociedad española.
Mi partido tiene, por tanto, no sólo un proyecto para afrontar la pésima situación actual, sino que también tiene un método: el diálogo, el consenso, el compromiso público y la transparencia que, copiando el método del pacto de Toledo para las pensiones, puede ser la vía hacia la sostenibilidad de un sistema público, universal, de calidad y equitativo.