Con la reciente aprobación de la especialidad de Medicina de Urgencias, surge la pregunta:
¿es el momento de considerar la creación de una especialidad en Medicina Rural, partiendo de la de Medicina Familiar y Comunitaria?
La especialidad de Medicina de Urgencias, al igual que la posible especialidad en Medicina Rural, se deriva de la necesidad de una formación más enfocada y especializada para atender situaciones específicas con mayor eficacia.
Como médico con amplia experiencia en el ámbito rural, me gustaría analizar este tema desde una perspectiva basada en datos y experiencia real.
¿Qué es la medicina rural?
La medicina rural se define como la atención médica integral que se brinda en entornos con baja densidad de población, generalmente alejados de los grandes centros urbanos. Se caracteriza por un enfoque holístico que abarca los cuidados básicos de salud, la medicina preventiva y la gestión de recursos limitados. Es la medicina de toda la vida, es cercana, con compromiso, atiende a todas las edades y patologías en cualquier forma de presentación, tanto en consulta como en domicilios o en la vía pública. Se trata por tanto de una medicina con un alto grado de autonomía y responsabilidad, donde el médico se convierte en un pilar fundamental para la salud y el bienestar de la comunidad. La ejercen médicos Especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria que trabajan en entornos rurales. Son polifacéticos, con polivalencia y manejan la incertidumbre con cierta habilidad, además algunos de ellos están integrados en las comunidades que atienden con gran longitudinalidad.
"Se trata de una Medicina con un alto grado de autonomía y responsabilidad, donde el médico se convierte en un pilar fundamental para la salud"
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La formación en Medicina Familiar y Comunitaria incluye una base sólida en atención primaria, pero la práctica en entornos rurales requiere habilidades adicionales ya que parece unánimemente consensuado que el médico rural atiende una patología cualitativamente diferente al médico urbano y con unas condiciones que obligan a adquirir determinadas destrezas que normalmente no son necesarias en el médico urbano. Los datos reales y fiables nos indican que las áreas rurales enfrentan desafíos únicos en términos de atención médica.
Argumentos a favor de una especialidad de medicina rural
La complejidad y especificidad de la atención médica rural justifican su reconocimiento como una especialidad independiente. Se necesita de profesionales con formación especializada en las particularidades de las poblaciones rurales, como el envejecimiento, la alta prevalencia de enfermedades crónicas, la escasez de recursos, los determinantes sociales de la salud y la actuación en urgencias y emergencias en zonas alejadas y en soledad de la misma categoría profesional.
Como especialidad, la medicina rural tendría un mayor reconocimiento y visibilidad y podría ser más atractiva para los médicos recién graduados, incentivando así su interés por trabajar en zonas rurales, fomentaría la investigación y el desarrollo profesional en este ámbito, mejorando así la calidad de la atención médica en estas comunidades.
Los argumentos en contra
La Medicina Familiar y Comunitaria ha demostrado ser una especialidad valiosa para la Atención Primaria de Salud y con la creación de una especialidad de Medicina Rural se produciría una fragmentación de la Atención Primaria, debilitándola como base fundamental del sistema sanitario. Habría, además, dificultades para la implementación de un nuevo programa de formación y la creación de estructuras específicas para la especialidad, podrían suponer un reto logístico y económico importante.
"La Medicina rural es crucial para garantizar la equidad en el acceso a la salud"
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Más allá de la dicotomía especialidad sí o especialidad no, debemos enfocarnos en encontrar soluciones razonables para garantizar una atención sanitaria de calidad en el medio rural. La experiencia internacional puede ofrecernos prácticas interesantes. En algunos países existen programas de formación específicos para médicos rurales. Incluso la OMS dio en 2021 unas “Directrices sobre la captación y retención del personal de salud en zonas rurales y remotas”. Estos programas han demostrado mejoras en la retención de profesionales de la salud en áreas rurales y en la calidad de la atención médica.
La
medicina rural, por tanto, es un ámbito crucial para garantizar la equidad en el acceso a la salud. Es necesario un compromiso firme por parte de todos para fortalecerla y garantizar que los pacientes que viven en zonas rurales reciban la atención sanitaria que se merecen.