Lorena Martínez. Madrid
El año 2014 ha dejado en España unos datos realmente positivos en lo referente a regulaciones laborales en el sector sanitario y de servicios sociales. En total, el Ministerio de Empleo cifra en 2.571 los trabajadores afectados por despidos colectivos, suspensiones de contrato y reducciones de jornada, un 58,9 por ciento menos que en 2013, año en el que se alcanzó una cifra de 6.260 profesionales perjudicados.
Comparativa de trabajadores afectados por un ERE en el sector sanitario y de servicios sociales desde 2009, según el registro del Ministerio de Empleo.
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En concreto, el ámbito sanitario concentra en los últimos 12 meses registrados 550 personas afectadas, frente a las 450 pertenecientes al ámbito de actividades en establecimientos residenciales. Menos suerte han corrido los empleados de servicios sociales sin residencia: 1.571 ocupados han perdido su trabajo o han experimentado cambios en su jornada.
El sector de fabricación de productos farmacéuticos no es ajeno a este descenso. En el último año han sido 446 los trabajadores de este ámbito afectados por un expediente, siendo los más frecuentes los despidos colectivos.
Los mejores datos de los últimos 4 años
Se tratan de los mejores datos anotados desde 2010. Entonces fueron 1.668 los casos en lo referente a actividades sanitarias y de servicios sociales. La comunidad de Madrid fue la región española más castigada, 462 residentes formaron parte de una regulación laboral, mientras que Galicia y Navarra se situaban en el extremo opuesto, con mínimos de 18 y 3 casos respectivamente.
El penúltimo año al mando del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero no resultó tan favorable en términos generales, cerrando el ejercicio con una cifra total de 302.746 y 1.234 operarios pertenecientes a empresas de fabricación de medicamentos. Supuso, no obstante, una bajada de más de 200.000 procesos con respecto a 2009, fecha en la que los profesionales de la Sanidad y los Servicios Sociales aún no habían percibido el golpe de la crisis, pues no alcanzaron los mil casos.
6.473 afectados en 2011
Desde entonces, y coincidiendo con la segunda recesión de la crisis económica, el país ha sido testigo de un ascenso continuo, que solo ha conseguido echar el freno en 2014. El pico más alto se alcanzaba en 2011, con 6.473 empleados afectados y más de 3.000 suspensiones de contrato. Precisamente fue el año más duro para los profesionales sanitarios, que acaparan la mayor parte de casos del cómputo global: 5.235 personas formaron parte de los expedientes autorizados, de los cuales 2.137 eran varones y 3.098 mujeres. Solo 627 trabajadores sociales en centros residenciales y 611 sin alojamiento atravesaban una situación similar.
La principal causa alegada por las empresas se basaba en ‘aplicaciones de razón económica’ (en 4.279 casos), seguidas de consideraciones organizativas o de producción (724 registros).
En 2012, y ya bajo la tutela de Ana Mato como responsable de la cartera de Sanidad, se registró una bajada de 1.292 casos, cerrando el año con un total de 5.181, de entre los cuales más de 2.000 se basaron en una reducción de jornada. En dicha ocasión el grupo más afectado resultó nuevamente el sanitario (2.050 trabajadores), seguido de cerca por los empleados de actividades de servicios sociales sin alojamiento, con una suma de 1.966.
Los empleados en la rama de la fabricación de productos farmacéuticos no quedaron ilesos ante el golpe de la crisis laboral: 1.271 trabajadores se vieron afectados por un expediente a lo largo de 2012, año en el que Andalucía alcanzó el primer puesto en la lista de comunidades al anotar 881 registros.
A pesar de que el 2012 no resultó el año más duro para el campo de la Sanidad, sí lo fue desde el punto de visto más amplio. Un total de 483.313 trabajadores españoles engrosaron entonces las listas elaboradas por el Ministerio.
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