Dentro de un hospital que tiene el apellido de ‘universitario’ se entiende que los estudiantes ven los datos de los pacientes y no es necesario el consentimiento siempre



7 mar. 2015 16:00H
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Hiedra García Sampedro. Madrid
Los alumnos que realizan sus prácticas en los hospitales y centros de salud creen que acceder a la historia clínica de los pacientes es “más pedagógico” que acudir a los libros, según cuenta el vicepresidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Domingo Antonio Sánchez.

Domingo Antonio Sánchez.

Todavía no está regulada la figura del alumno dentro del hospital lo que según docentes y estudiantes, crea situaciones de desigualdad en la formación que reciben dependiendo de en qué hospital caigan. El Ministerio de Educación ha lanzado un proyecto de creación, reconocimiento y acreditación de universidades donde se contempla una nueva regulación para el hospital universitario que pretende paliar estas discrepancias en la docencia.

Con la llegada de la historia clínica digital, los alumnos dependen de las claves electrónicas de sus tutores y demás profesionales del hospital y centros de salud para conocer los datos de los pacientes. “Los estudiantes no deberían tener problemas para ver la historia, siempre van acompañados de un adjunto o residente que les da los datos”, señala Mónica Terán, vocal de Médicos en Formación y/o Posgrado de la Organización Médica Colegial (OMC). Además, los alumnos pueden acceder puntualmente a la historia cuando quieran realizar algún trabajo en base a algún paciente.

El vicepresidente del CEEM confirma que los estudiantes no tienen la capacidad de acceder personalmente a la historia electrónica, pero solicitan poder hacerlo porque sería “muy positivo” para obtener la información necesaria para aprender.

Por otra parte, en el caso de los centros no informatizados totalmente, los alumnos acceden a las historias en papel en las consultas o en las plantas de hospitalización, cuando un médico se lo facilita, así ocurre por ejemplo en el Hospital Ramón y Cajal.

Mónica Terán.

Confidencialidad

“Muchas veces nos hacen firmar un compromiso de confidencialidad”, cuenta Domingo Antonio Sánchez, quien recuerda que los alumnos están sujetos a la ley de protección de datos igual que cualquier médico del centro con respecto a la información que recaban de los pacientes.

Dentro de un hospital que tiene el apellido de ‘universitario’ se entiende que los estudiantes acceden a la información de los pacientes y en los convenios entre estos centros y las facultades se especifica. “Esto evita que se tenga que firmar un consentimiento del paciente cada vez que hay un estudiante”, recuerda Mónica Terán.

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