Tras la salida de Amaya, CESM prefiere dejar en “barbecho” su presencia en la Ejecutiva para optar en 2015 a la presidencia o la vicepresidencia de la FEMS



16 oct. 2012 22:33H
SE LEE EN 3 minutos

Javier Leo. Madrid
España quiere dirigir la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) a partir de 2015, cuando termine su mandato la Ejecutiva elegida este fin de semana en la Asamblea General celebrada en Estrasburgo (Francia), según ha confirmado a Redacción Médica el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Albert Tomàs, quien, precisamente, es el candidato con más papeletas para optar a la presidencia o la vicepresidencia de la FEMS en nombre de España dentro de tres años.

Albert Tomàs, presidente de CESM.

El presidente saliente, Claude Wetzel, “vino a pedirnos que continuáramos en la Ejecutiva” tras la salida de la vicepresidencia primera de Carlos Amaya, “pero nosotros le dijimos que no nos interesaba y que apostábamos por la regeneración democrática dejando paso a nuevos países”, explica Tomàs. “Preferimos dejar esta legislatura en barbecho porque, en cualquier caso, España es el segundo país con más poder en la FEMS, solo por detrás de Italia en número de votos”, asegura el presidente de CESM. De hecho, “España, si quiere, puede estar, quitar o poner” dentro de la FEMS (tiene 60 de 400 votos), asevera.

Durante la última Asamblea, CESM dio su apoyo a los dos nuevos vicepresidentes, el eslovaco Pavel Oravec (vicepresidente primero) y el francés Sedar Dalkilic (vicepresidente segundo), dejando fuera al también francés Didier Rea. También apoyó al tesorero electo, Paulo Simoes (Portugal), frente a Jean-Paul Zerbib (Francia). Sobre la nueva Ejecutiva, capitaneada por Enrico Reginato (Italia), Tomàs espera que sea “más representativa”, apueste por un mayor consenso y que “no centre toda su actividad en manos de la presidencia”, como ha ocurrido, en su opinión, con la directiva saliente.

CESM se propone evitar un nuevo "Caso Amaya"

Acerca de la postura defendida por nuestro país en la Asamblea, Tomàs comenta la propuesta de CESM de modificar los estatutos para que los miembros de la Ejecutiva deban, por obligación, pertenecer a uno de los sindicatos miembros de la FEMS. Desde la representación española se quiere evitar un nuevo “Caso Amaya”, desligado de CESM desde 2011 pero que continuó en la vicepresidencia de FEMS hasta esta última asamblea a pesar de las quejas formales e informales del sindicato médico español. La negociación no está siendo fluida y en CESM están dispuestos a que, si vuelve a pasar algo parecido, al menos, el implicado deba ratificar su cargo en la Asamblea General.

El presidente de CESM también se ha mostrado crítico con la “falta de sensibilidad” de algunos miembros del Sindicato Médico Europeo con la situación de los facultativos de los países del sur de Europa. “Hay buenas palabras, pero ninguna acción”, explica Tomàs que, no obstante, cree que en la próxima Asamblea (Budapest, 10 y 11 de mayo) se conseguirá arrancar un apoyo explícito de la FEMS a las reivindicaciones médicas españolas. “De la Europa de los 15, España es el país que peor está, peor que Portugal y al mismo nivel que Grecia. La situación es muy mala, precaria”, subraya.


Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.