Sanitarios en el pasillo de un hospital.
El sector de las
actividades sanitarias se ha convertido en una rara avis dentro la economía española. En un momento marcado por el incremento constante de la
rotación de empleados en las empresas y administraciones, la única área donde se espera que se invierta esta tendencia durante el próximo año es la sanidad. Este brote de esperanza llega en un momento marcado por la puesta en marcha de la Oferta Pública de Empleo (OPE) para
estabilizar puestos interinos que podría afectar a cerca de 64.000 profesionales.
Una encuesta realizada por la consultora
Randstad Research ha calculado que apenas un
8,9 por ciento de los empleadores de las actividades sanitarias vaticinan que la rotación se incrementará en 2023, frente a un
13,3 por ciento que coinciden en que habrá menos
movimiento laboral que en otras ocasiones. Un fenómeno inaudito para el resto de áreas económicas. “Es el único sector en el que la proporción de empresas que espera ver reducida la rotación en los próximos doce meses supera a la de las que creen que crecerá”, reza el informe.
Esta situación contrasta por ejemplo con el balance que hacen los
hosteleros, ya que hasta
un 39,4 por ciento de los encuestados cree que contará con mayor rotación de empleados. En la misma línea va la previsión que manejan en el sector del suministro de
energía, gas, vapor y aire acondicionado (33,3 por ciento), las
artes y el entretenimiento (28,3 por ciento) o la
agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (27,8 por ciento) que son los que se han mostrado más pesimistas.
Expectativas de rotaciones laborales en 2023. Fuente: Randstad Research
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Los autores del informe han explicado que una rotación moderada no tiene por qué representar algo negativo, pero que cuando las cifras se disparan sí que tiene efectos en los costes de
selección y formación, la productividad, el clima laboral o la imagen de la empresa. “Lo que es destacable es el
cambio de patrón que muchas empresas han experimentado en el mundo postpandemia y, de manera muy significativa, el fuerte crecimiento en dicha variable sufrido por una amplia fracción de empresas”, han recalcado.
La rotación de empleo en la sanidad
Esta situación paradigmática de la sanidad se ha producido a pesar de que no es en ningún caso la actividad que menos rotación protagoniza. Actualmente este fenómeno salpica a un
15,3 por ciento de las plantillas de profesionales sanitarios, lo que ubica al sector casi dos puntos por debajo de la media general del
17 por ciento. Aunque todavía sigue lejos de las organizaciones que más talento son capaces de retener.
Las compañías que sí que han logrado meterse en el selecto grupo que menos movilidad de personal manejan es el de la
fabricación de productos farmacéuticos con un porcentaje de apenas el 11,2 por ciento, que les permite situarse en el
top 10. La clasificación está liderada por las
bibliotecas y archivos con unas rotaciones de apenas el 2,3 por ciento de su personal. Le siguen ya más de lejos el material de
transporte (8,3 por ciento), la
investigación (8,8 por ciento), las
telecomunicaciones (9,7 por ciento), la extracción de
minerales (10 por ciento), la
educación (10,9 por ciento), las industrias
manufactureras (11 por ciento), las
extractivas (11 por ciento) o la fabricación de
equipos eléctricos (11,2 por ciento).
En el otro lado de la balanza, destaca la situación de algunas industrias como la del
cuero y el calzado que en el último año han visto moverse al 40,9 por ciento de sus trabajadores. También han presentado cifras elevadas la
ingeniería civil (37 por ciento), los servicios de
comida y bebida (26,8 por ciento), el
petróleo (26,5 por ciento), los
alojamientos (26,3 por ciento o el
transporte marítimo por vías interiores (24,3 por ciento).
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