Diego González Rivas extrajo una llave del pulmón de una niña de 14 años del Congo.
Los dos años de problemas respiratorios que sufrió una niña de 14 años del Congo acabaron gracias a la pericia de un cirujano español.
Diego González Rivas se encontraba de viaje en el país para atender otros casos clínicos complejos cuando la pequeña llegó acompañada de su madre en busca de ayuda: llevaba dos años encerrada en casa con una llave alojada en su
pulmón. Tras examinar el caso, el facultativo modificó toda su agenda para operar a la menor y salvarla de "una muerte segura".
A los dos días de la operación, la niña ya podía caminar.
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"Lo de esta niña es un milagro. Una menor que se traga una
llave de semejante tamaño con 12 años, que tiene una vía aérea muy pequeñita, no la mata al principio aunque estuvo a punto. Tuvo que ser reanimada y contó con la suerte, no sé si es que alguien le dió un golpe en la espalda, que la llave se giró, calló y fue bajando. En un hospital de un país desarrollado, alguien con un broncoscopio (y poco de destreza) se lo hubiera quitado. Sin embargo, ella estuvo en un centro hospitalario y como nadie sabía cómo quitarlo, se marchó a casa", explica el cirujano en declaraciones a
Redacción Médica antes de afirmar rotundo: "Este es un caso único, porque sí es habitual con
broncoscopia eliminar un cuerpo extraño, pero no un artilugio de semejante tamaño que lleva tanto tiempo en un cuerpo".
Una técnica mínimamente invasiva
Ante ese caso, "cualquier
cirujano, incluso en Europa, lo que habría hecho es abrirla y quitar el
pulmón, pero pudimos extraer la llave con
una técnica mínimamente invasiva (Uniportal VATS) y gracias a eso, la niña ha ganado calidad de vida", afirma el cirujano. "Según ví el caso cambiamos todos los planes que tenía agendados para poder realizar la cirugía porque era prioritario. Como la niña había comido recientemente esperamos hasta la tarde y lo hicimos. Fue muy complejo porque la llave estaba ya integrada en el bronquio, por lo que además tuvimos que hacer una
bronquioplastia para reconstruir el
pulmón".
A pesar de que el
médico ha operado numerosos casos para extraer
cuerpos extraños de pacientes de todas las edades alrededor del mundo, confiesa que este es un "caso único" en el que la niña de no haber sido operada habría muerto con el 99,9 por ciento de probabilidad. "La llave estaba bloqueando el
pulmón y además generaba numerosas
infecciones a la niña. Había pasado ya por varias
neumonías y no podía hacer vida porque se ahogaba al más mínimo esfuerzo".
"La llave estaba bloqueando el pulmón y generaba numerosas infecciones a la niña. Había pasado por varias neumonías"
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La vida de esta niña se había convertido en un " auténtico infierno. No podía ni moverse, porque la llave le provocaba ataques de tos, le bloqueaba el
pulmón y no podía respirar. Llegado un momento el cuerpo extraño se ancló y se integró en el bronquio. Al no moverse, no le irritaba, pero le producía fatiga y no podía hacer esfuerzo".
Las dificultades de operar en El Congo
A pesar de su innegable habilidad y experiencia,
Diego González Rivas tuvo que enfrentarse a algunas dificultades para poder realizar esta operación en
El Congo. "El problema es que no teníamos de nada. No teníamos un
broncoscopio para mirar, aunque sabía que no era posible utilizarlo para quitársela. Tampoco teníamos elementos de energía y eso que nosotros llevabamos material. Al final la operé como pude, liberamos todo el pulmón. Abrí el bronquio, quité el cuerpo extraño, limpié todo bien por dentro y luego hice una reconstrucción del bronquio sin quitarle nada del
pulmón".
La
técnica quirúrgica empleada para este caso, creada por el propio
cirujano años atrás, ha permitido a la menor no solo vivir, sino hacerlo con una innegable calidad de vida. "Quise estar pendiente del
postoperatorio, pero al día siguiente yo tenía que irme del país. Le facilité corticoides que yo mismo llevaba. A los dos días, la pequeña caminaba sola sin problema y podía hacer vida normal", expone el
médico antes de afirmar: "Es un milagro porque era cuestión de meses que esta niña muriera. La llave estaba erosoniando el órgano y podría haber acabado perforando la arteria pulmonar".
Es habitual en países de
Oriente Medio que los niños ingieran diferentes cosas que pueden poner en riesgo su vida, pero nunca nada parecido a lo de esta menor. "Hablando con un amigo de Pakistán me decía que nunca había visto un caso parecido ni de lejos y eso que él quita unos 50 cuerpos extraños al año". Gracias al cirujano español, esta pequeña podrá respirar y hacer vida normal.
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