El internista, el profesional más humano

La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha presentado un libro un libro llamado 'Por una Medicina Interna de alto valor'. La portada no puede ser más significativa: una mujer mayor camina ayudada por una enfermera y compartiendo una mirada cómplice con su médico, del que apenas se le ve la nuca. Esa mirada resume la visión que los internistas han querido transmitir durante los tres días que ha durado su 38 Congreso nacional. El paciente es una persona y está por encima de su enfermedad. Los 2.300 internistas que han pasado por Madrid son conscientes de ello. El epítome de esta relación ha estado simbolizada en un momento para la memoria: Julio Montes, del Complejo Hospitalario de Vigo, departía sobre la celebridad y la salud y cómo "héroes" médicos como Albert Jovell ayudaron a tender puentes entre pacientes y médicos. Emocionado, Montes se ha trabado al hablar de otro héroe, Eloy Pacho Jiménez, internista que, tras pasar por un cáncer de colon metastásico, se ha volcado para fortalecer los puentes tendidos por Jovell. Pacho estaba allí: él y Montes se fundieron en un abrazo. Momentos después, Montes continuaba su ponencia como si tal cosa, pero todos en la sala ya sabían que aquel abrazo había simbolizado mejor que ningún discurso el valor de la Medicina Interna…