"Que haya policías en los hospitales habla mal de nuestra sociedad"

José Antonio Herranz lleva 16 años presidiendo el Colegio de Médicos de Castellón. Dos años más que lo que estuvo en el Gobierno de España Felipe González, el doble de lo que se permite a alguien gobernar en Estados Unidos y justo lo que tardó J.R.R. Tolkien en escribir El Señor de los Anillos.

Herranz no clarifica todavía si se presentará a unas nuevas elecciones, que deben celebrarse este año, aunque sí asegura a Redacción Médica que tiene “la decisión tomada”. Lo cierto es que está siendo un período preelectoral caldeado, con la oposición acusando a Herranz de querer alargar la convocatoria de elecciones lo máximo posible y con este asegurando que se están cumpliendo los estatutos del colegio.

“El Colegio de Castellón es modélico. En el desarrollo preelectoral se viven situaciones incómodas, pero la transparencia, la democracia, la ética y las libertades nunca dejan de ser nuestra bandera”, afirma.

Oleada de agresiones

Al actual presidente de este colegio de médicos le preocupa sobre todo la oleada de agresiones a sanitarios que se está produciendo en España. “Que haya policías en los hospitales habla mal de nuestra sociedad, que debería ocuparse mucho más en valorar y apreciar a sus cuidadores”, asevera.

Herranz advierte de que los datos que recoge la Organización Médica Colegial (OMC) a través del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) “son solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor”.

Señala que su principal misión hoy en día es cumplir con los objetivos que se marcó al presentarse nuevamente a la presidencia y evita tratar sobre la polémica campaña electoral iniciada en su colegio antes de que la junta prevista para ello abra el plazo para la presentación de las candidaturas.

Sin embargo, ya se conoce a quien será uno de sus competidores. Se trata de José María Breva, profesor de Medicina en la Universidad Cardenal Herrera y exvicesecretario de Herranz en el Colegio de Médicos de Castellón.

Breva abandonó su cargo por no poder compaginarlo con su profesión, según el propio Herranz, que también indica que no tiene “nada contra él” y al que sigue considerando “un buen compañero”.