Las elecciones de Euskadi dejan en el aire 9 grandes reformas sanitarias

La decisión del lehendakari, Íñigo Urkullu, de convocar elecciones en Euskadi para el próximo 21 de abril ha dado por finiquitada la legislatura vasca. Aunque todavía restan dos meses por delante en los que el Gobierno autonómico tendrá margen para seguir gestionando las políticas públicas en funciones, la activación de la maquinaria electoral impedirá que se desarrollen algunos de las grandes reformas pendientes que estaban fijadas en su hoja de ruta, especialmente una vez que quede disuelto el Parlamento en cuatro días. Entre los compromisos que se han quedado en el tintero figuran nueve decretos sanitarios que, o se aprueban in extremis, o quedarán al albur del color político de la futura dirección de Lakua. 

El plan normativo de 2024 que el Ejecutivo ha dado a conocer de forma simultánea a la convocatoria electoral ha puesto sobre la mesa algunos de los compromisos que se pretenden materializar este año para mejorar la gestión de la sanidad. Uno de los más relevantes es el decreto con el que se busca establecer la estructura, organización, funciones y composición del Consejo Vasco de Salud Pública en un momento marcado por el refuerzo de la vigilancia epidemiológica para detectar enfermedades emergentes, o del de Formación Continuada que regulará los procesos de acreditación del sistema MIR.

En el horizonte del Gobierno de Euskadi también figura la norma con la que se pretende regular el desarrollo profesional de los sanitarios y de las organizaciones de servicios dependientes de Osakidetza, cuya última actualización data de finales del 2022, pero que estaba previsto volver a reformar a lo largo de este ejercicio. Mientras que otro de los decretos pendientes persigue fijar las condiciones de integración del centro sanitario Onkologikoa como recurso de titularidad pública.

La aprobación de los estatutos del Instituto Vasco de Salud Pública, la modificación del régimen de los Consejos Asesores del Departamento de Salud, la creación de un sistema de información sobre adicciones o la aprobación de un nuevo reglamento sanitario para las piscinas de uso colectivo que sustituya a la actual normativa vigente son otros de los asuntos clave marcados en rojo en el calendario del Gobierno.

La reforma de las farmacias en Euskadi

Entre los objetivos fijados por Euskadi, para los que ya se ha puesto la primera piedra, figura el decreto que regulará las secciones de nutrición humana y dietética de las oficinas de farmacia de la región. El texto legislativo ya se ha sacado a información pública con el objetivo de recabar las aportaciones de los sectores profesionales. La idea originaria pasa por establecer un modelo de autorizaciones para abrir estos nuevos departamentos en las farmacias comunitarias, aunque está por ver si se cierran los flecos antes del 21 de abril.

Lo que sí que ya se ha dado por solventado del plan normativo es la creación del Registro Vasco de Voluntades Anticipadas, que este 30 de enero entró en vigor. Siguiendo la estela de otras comunidades autónomas como Cataluña, la nueva norma permitirá a los sanitarios hacer las veces de notarios para conceder este derecho a los pacientes crónicos.

A los asuntos puramente normativos, se suman otras políticas que podrían incidir sobre la sanidad vasca y que también tienen la cuenta atrás activada. El Consejo de Gobierno ya se ha comprometido a ampliar en más de 1.400 las plazas fijas para sanitarios en Osakidetza con el objetivo de seguir avanzando en los planes de estabilización, mientras que también se ha garantizado el presupuesto para la obra de ampliación del Hospital de Basurto con un desembolso de 277 millones de euros. Además, la materialización de la transferencia para la homologación médica a Euskadi es otro de los asuntos que siguen en el tintero, pero que cuentan con el compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez para que vean la luz antes de las elecciones. 

El resto de incógnitas sobre el futuro de la sanidad se dirimirán con la llamada a las urnas. Tras el pistoletazo de salida, ahora los partidos deberán trabajar para conformar sus listas antes de que finalice el mes de marzo. Mientras que el 5 de abril arrancará oficialmente la campaña electoral. Para entonces, ya se habrán dado a conocer las líneas generales de los programas de cada candidato que, a buen seguro, se reservarán alguna medida sanitaria para los anuncios de la última semana.