Fernando Domínguez, consejero de Salud de la Comunidad Foral de Navarra.
El
Servicio Navarro de Salud prevé un ahorro de
10 millones de euros gracias a la
incorporación de biosimilares en sustitución de los medicamentos biológicos que han perdido su patente. En concreto, esta reducción del gasto supone un
10 por ciento del total en adquisición de fármacos en los centros hospitalarios de la región.
Los recursos obtenidos del ahorro gracias a la
compra de biosimilares "serán reinvertidos por la Consejería de Salud de Navarra en la adquisición de equipos de alta tecnología, la mejora de infraestructuras sanitarias o la incorporación de medicamentos innovadores, entre otras
actuaciones", han explicado.
Plenas garantías
Los medicamentos biosimilares
cumplen con las garantías exigidas tanto para la eficacia del tratamiento como para la seguridad del paciente. Se someten a los mismos procedimientos y controles que el resto de medicamentos y son autorizados por la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios o por la Agencia Europea del Medicamento.
De esta forma, dichas entidades garantizan que sus principios básicos y
sus efectos sean iguales a los originales, cuya patente ha caducado y, por lo tanto, pueden ser reproducidos por cualquier laboratorio farmacéutico.
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