Juan José Pedreño, consejero de Salud de Murcia.
Tras la campaña de vacunación y con los datos más bajos de incidencia, la pandemia llega a su recta final. Un proceso que ha supuesto una dura tarea a los responsables de sanidad de toda España. Desde Murcia, el consejero de Salud,
Juan José Pedreño, suma su perspectiva a
'Lecciones del Covid-19', el documento impulsado por
Redacción Médica con recomendaciones de las principales voces del sector para reformular el Sistema Nacional de Salud.
¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia del coronavirus Covid-19?
El balance de la gestión es positivo, y así ha sido reconocido por los profesionales sanitarios que situaban a nuestra Región como la segunda CCAA donde mejor se gestionó el comienzo de la crisis, y que durante el desarrollo de la pandemia hemos seguido siendo una de las Comunidades con menor incidencia y mejores ratios hasta nuestros días, en donde nos encontramos en un nivel de riesgo bajo con transmisión baja.
Fruto de esta buena gestión Murcia es la comunidad de España con menor letalidad de la península –sin tener en cuenta las islas-, con un 1,2 por ciento, mientras que la media nacional se sitúa un 1,7 por ciento. Además, fue una de las comunidades con menor incidencia en la primera ola, no tuvimos cuarta ola y la quinta ola ha sido menor que en el resto de España, lo que ha permitido que durante el verano no se hayan tomado más restricciones como en otras Comunidades Autónomas, sin dar pasos atrás.
"La Región es la comunidad de España con menor letalidad de la península"
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¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?
Como puntos fuertes en la gestión de la pandemia podríamos destacar, principalmente la responsabilidad de la sociedad en general, que ha entendido que la lucha contra la pandemia era cosa de todos, y que todos teníamos algo que aportar. A esta responsabilidad de toda la ciudadanía se une directamente la profesionalidad del personal sanitario, que hizo frente en primera línea a los momentos más duros de la pandemia, otorgando prioridad al servicio público. Es gracias al esfuerzo realizado por nuestra Atención Primaria, que se contuvo el contagio y se evitó que saturase la Atención Hospitalaria.
A nivel regional, destacar la constitución en nuestra Región de un Comité Covid, que monitorizara la gestión de la pandemia y se adelantara en la toma de medidas en función de la situación epidemiológica concreta en cada caso. Un Comité en el que siempre han primado las propuestas de los técnicos sanitarios y profesionales de la salud en la toma de decisiones. Todo ello bajo el paraguas de la trasparencia e información diaria a la sociedad murciana de la situación real y de las medidas adoptadas para afrontar la situación concreta, un diálogo constante con la sociedad como destinatario de todas las medidas que se han adoptado en nuestra Comunidad.
Como puntos débiles podríamos mencionar nos encontramos la ausencia de una estructura nacional sanitaria de carácter técnico que unificara criterios y estableciera directrices en el inicio de la Pandemia para todo el territorio nacional. La Coordinación de Ministerio y Comunidades es fundamental, y el inicio de la crisis puso de manifiesto una descoordinación que nos condujo a perder un tiempo esencial en aquellos difíciles comienzos de la pandemia.
Desde las comunidades autónomas hemos echado en falta un mayor consenso y coordinación con el Ministerio de Sanidad. No hemos tenido a nuestra disposición todos los recursos jurídicos para hacer frente a todas las olas con criterios comunes a nivel nacional. La falta de una Ley de Pandemias que dotara a las Comunidades de las herramientas necesarias para poder actuar en su territorio en función de su evolución, y que en muchos casos evidenció 17 formas distintas de gestionar la pandemia y desinformación a la ciudadanía en general. Y a esta diferencia de gestiones se una la ausencia de un plan de contingencia nacional que garantizara el suministro del material necesario para la atención sanitaria, ante la imposibilidad de poder gestionar en un Estado de Alarma la adquisición de este material por las Comunidades.
Entre los puntos negativos de la gestión de la crisis destaca la errática campaña informativa del Ministerio, que no supo adelantarse a los efectos de una crisis sanitaria, a pesar de las advertencias de la comunidad científica y de los países que ya sufrían las consecuencias de esta situación, y la desinformación general de la población y mensajes contradictorios que se lanzaron, como el relativo al uso de la mascarilla.
¿Queda España preparada para una nueva pandemia en un futuro?
La pandemia nos ha dejado muchas lecciones, y tenemos que aprender necesariamente de los errores cometidos si no queremos caer en la tentación de volver a repetirlos. La experiencia ha puesto a prueba la fortaleza del Sistema Sanitario español y, aunque se ha superado, son muchos los aspectos que tenemos que reforzar de cara a estar preparados a nuevos envites sanitarios si los hubiere, y entre ellas destacar la necesidad de contar con una mejor coordinación entre el Ministerio y Comunidades Autónomas, que unifique respuestas y medidas, y que garantice un trato igualitario en todo el territorio nacional.
Además, es fundamental reforzar la Atención Primaria, tanto en medios personales como materiales. Se ha demostrado ser un dique de contención contra la pandemia y la medida más eficaz para proteger la salud de todos. Es por ello que tenemos que ser capaces de fortalecer la Salud Pública: si hay algo que se ha puesto en evidencia esta pandemia es que Salud Pública debe ser un objetivo preferente para el Sistema Nacional de Salud.
Finalmente añadiría la importancia de crear una Plataforma Nacional que asegure el suministro de material de primera necesidad para prestar la atención sanitaria que sea precisa. Todo ello unido a la apuesta por la investigación científica sanitaria, que significa, sin duda, apostar por el futuro. Debemos dedicar más recursos a la investigación sanitaria que nos ha proporcionado la salida a esta pandemia en forma de vacuna. Invertir en ciencia ha demostrado una vez más que es la mejor inversión que cualquier sociedad puede hacer si quiere asegurar el futuro de su desarrollo.
"Sabemos que son muchos los desafíos que ello supone y no hay un solo minuto que perder"
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¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?
He tenido la suerte de vivir la pandemia desde su inicio en primera línea, desde mi responsabilidad como médico de Atención Primaria, para después asumir el reto profesional de dirigir su gestión desde la Consejería de Salud de la Región de Murcia.
Es un hito profesional y personal que, sin duda, marcará mi vida como servidor público que soy. Creo sinceramente que nadie estaba preparado para una tarea como gestionar esta crisis pero todo el personal sanitario y no sanitario estamos poniendo lo mejor de cada uno para vencer a esta pandemia que tantas vidas ha costado en todo el mundo.
Y en este camino lo más importante es no rendirse ante la adversidad, porque la sociedad ha puesto en nuestras manos su defensa y seguridad, y no podemos defraudar esta confianza que día a día nos ha transmitido durante esta crisis.
Sabemos que son muchos los desafíos que ello supone y no hay un solo minuto que perder en reflotar nuestro sistema sanitario y retomar la asistencia sanitaria de todos nuestros vecinos, alguna relegada por la Covid-19.
En esta salida también hemos de haber interiorizado que las prisas no son buenas consejeras y que la prudencia y la cautela ha de ser patrón de nuestra actuación. Por ello, en nuestra Región hemos optado por una desescalada gradual para no retroceder, como ha sucedido en las diferentes olas.
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