Lo ha logrado con creación de una planta de hospitalización de un área especializada para la Infancia y Adolescencia

Vall d'Hebron pone en marcha la planta de hospitalitzación del Área de Salud Mental  para la Infancia y Adolescencia
Rueda de prensa para presentar la planta de hospitalitzación del Área de Salud Mental para la Infancia y Adolescencia de Vall d'Hebron.


28 jul. 2023 11:40H
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La puesta en marcha de la planta de hospitalización del Àrea de Salut Mental per a la Infància i l'Adolescència del Hospital Universitari Vall d'Hebron logra poner la lista de espera en salud mental infantojuvenil a cero en la ciudad de Barcelona. Desde el inicio de la actividad en este nuevo recurso, el pasado 12 de abril, junto a la creación de otras unidades similares como en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, la lista de espera por motivos de salud mental en población infantojuvenil para ingresar en hospitalización de agudos ha pasado de "10 o 15 personas en Barcelona a que no hayan faltado camas desde entonces", ha explicado este viernes el jefe del Servei de Psiquiatria de Vall d'Hebron, Josep Antoni Ramos-Quiroga, en rueda de prensa.

Ramos-Quiroga ha remarcado que "la hospitalización en estos casos es un recurso, como la UCI de salud mental" por lo que las personas que se tratan en esta área "tienen una situación muy crítica y una intensidad en la patología que no se puede manejar de otra forma". Por su parte, el conseller de Salut, Manel Balcells, ha manifestado que con la puesta en marcha de la planta de hospitalización del Àrea de Salut Mental per a la Infància i l'Adolescència "se ha notado de forma inmediata que la lista de espera para ingresar ha desaparecido y es transcendente".

Balcells ha añadido que "esta unidad es una apuesta del Departament de Salut y del Govern por la salud mental y juvenil. Supone un incremento de recursos que permite dar continuidad asistencial, ofrecer salida a las necesidades de internamiento y agilizar la atención". Por su parte, el gerente del Hospital Universitari Vall d'Hebron, Albert Salazar, ha indicado que "en un momento en el cual la salud mental nos interpela, ofrecemos una atención de calidad a la salud mental de los menores y los adolescentes las 24 horas del día, en un área de alta complejidad social".

Primer dispositivo asistencial en Barcelona


Gracias a este nuevo equipamiento, por primera vez todos los menores y jóvenes de Barcelona que requieren un ingreso por un trastorno mental podrán estar en un dispositivo asistencial en la misma ciudad. La nueva planta de hospitalización ofrece cobertura en el Àrea Integral de Salut de Barcelona Nord, que dibujan los distritos de Nou Barris, Sant Andreu y Horta-Guinardó, y tiene una población de referencia de 80.000 personas entre menores y adolescentes. "Atendemos 12 de los 18 barrios con indicadores socioeconómicos más desfavorecidos", apunta Ramos-Quiroga. Hasta ahora, los pacientes que lo necesitaba acudían principalmente al Hospital Sant Joan de Déu.

La unidad de hospitalización tiene unos 500 metros cuadrados y es totalmente nueva, cuya financiación ha sido pública y proveniente del Institut Català de la Salut. "La financiación de la obra y el equipamiento ha sido de 1,6 millones de euros", ha detallado Salazar. Además, la dotación de personal de la nueva unidad contempla dos psiquiatras, dos psicólogas clínicas, un administrativo, un celador, un TCAI, dos enfermeras, una trabajadora social, un terapeuta ocupacional y un docente que mantiene contacto con los respectivos centros educativos de los pacientes.

De las 249 urgencias psiquiátricas atendidas durante los primeros tres meses de funcionamiento de la planta de hospitalización de psiquiatría infantojuvenil, 41 ingresaron. La estancia media a la planta de hospitalización es de diez días. "La idea es que los pacientes puedan volver a su entorno habitual como más pronto mejor. Ingresamos cuando necesitamos un elemento de contención, pero todo lo que se pueda hacer en casa, con hospitalización a domicilio y apoyo de los Centres de Salud Mental Infantil i Juvenil del territorio, mejor", subraya el jefe de Hospitalizació del Servei de Psiquiatria, Marc Ferrer. Además del primer ingreso con trastorno bipolar, conductas autolesivas, adicciones a las redes sociales y trastornos de la conducta alimentaria, en este tiempo, se han atendido trastornos del espectro autista y algunos trastornos psicóticos.

Se disparan las conductas autolesivas


El primer paciente que ingresó a la planta fue una adolescente con depresión mayor, la Clàudia, que también ha ofrecido su testimonio y cómo le ha ayudado esta unidad. "Es un caso que vemos con menos frecuencia", detalla Ferrer, que explica que aproximadamente la mitad de los trastornos de salud mental debutan durante la adolescencia. "La mayoría de casos que atendemos son conductas autolesivas y tentativas a suicidio. Es una tendencia al alza que nos debe ocupar", alerta.

Entre 2015 y 2017, las autolesiones representaban el 20,4 por ciento de los ingresos atendidos a las urgencias de psiquiatría pediátricas; en el periodo que va de 2017 a 2021, crecieron hasta llegar al 70 por ciento de los ingresos y ahora ya son cerca del 75 por ciento. La imitación y las redes sociales juegan un papel importante a la hora de comenzar a flirtear con tentativas suicidas. Y todo y que las autolesiones acostumbran a ser un mecanismo para regular el dolor emocional, gestionar la frustración o la ira, pueden ser el preludio de una conducta suicida.

El caso típico ingresado a psiquiatría pediátrica es el de una chica de 15 años con algún tipo de conducta autolesiva. "Más que una idea planificada de suicidio, a menudo nos encontramos ante una conducta impulsiva y poco calculada que busca la desconexión, el aligeramiento inmediato de un malestar emocional. Provocarse dolor físico es una forma de liberar emociones que no se saben gestionar ni expresar y causan sufrimiento", agrega Ferrer. Uno de los problemas de las autolesiones es que pueden llegar a ser adictivas. Detrás de una tentativa de suicidio hay un abanico de casuísticas. Lo primero es discernir entre un paciente que juega con propuestas de las redes sociales y un adolescente que sufre depresión, ansiedad o un trastorno emocional.

"Vemos mucha problemática social, familias desestructuradas, violencia doméstica, traumas derivados de abusos sexuales y abuso escolar", resume Ramos-Quiroga. Respeto si la pandemia del Covid-19 ha incrementado los problemas de salud mental, señala que ya había una tendencia al alza de tentativas de suicidio, conductas autolesivas, trastornos de la conducta alimentaria y adicción a las redes sociales, el otro grueso de trastornos atendidos en la nueva planta. A pesar que las redes puedan instigar conductas inapropiadas, Ferrer hace un llamamiento a no demonizar las pantallas. "La tecnología forma parte de nuestras vidas, nos debemos adaptar a esta realidad, aprender a hacer un acompañamiento y enseñar a hacer un uso responsable", aconseja.

La unidad se encuentra situada en la tercera planta del Hospital Infantil. Como apunta la supervisora de Psiquiatría, Merche Rodríguez, "la seguridad prevalece a todos los espacios: las superficies son listas; los acabados, redondos, y hay un circuito de cámaras de videovigilancia que centraliza el equipo de Enfermería". La planta cuenta con ochos camas, cuatro en habitaciones individuales, con un diseño minimalista, materiales naturales, como la madera, y tonalidades claras, en una apuesta por los beneficios de la cromoterapia.

"Predomina el blanco piedra y el marrón, un color que encontramos a la natura, fomenta el sentido de la seguridad y de pertenencia", explica Rodríguez. La unidad dispone también de un hospital de día con cinco plazas que funciona como apoyo de los Centres de Salut Mental Infantil i Juvenil del territorio. "El hospital de día nos ayuda a agilizar las altas. También la coordinación con la red de salud del territorio", concluye Ramos-Quiroga.

Un aspecto relevante de este espacio es la zona de distención emocional equipada con tecnología Broomx para realizar proyecciones audiovisuales con realidad virtual inmersiva. "Las sesiones de realidad virtual permitirá cubrir las paredes y techos de una composición de luz, color y sonido que nos ayudan a romper dinámicas. Cambiamos la consulta por una sala de estar donde trabajamos ejercicios de relajación que ayudan a los y las pacientes a tomar conciencia. También los entrenamos para detectar pensamientos negativos que pueden desencadenar una crisis. Esta terapia nos permitirá explotar y ayudar desde un punto de vista lúdico a los pacientes con una fuera carga traumática", explica Rodríguez.
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