El consejero de Sanidad, Jesús Morera.
21 jun. 2016 17:10H
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El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera, ha asegurado este martes en la Cadena SER que “antes de que finalice la actual legislatura” se habrá finalizado la revisión de los convenios sanitarios que afectan a la atención hospitalaria. Este proceso no busca acabar con los convenios, ya que, según el consejero, “es inviable prescindir de la sanidad concertada”, sino incluir nuevos “criterios de calidad”.
El titular de Sanidad ha asegurado que actualmente “no se puede exigir calidad a los servicios que presta la sanidad privada a la pública porque en los contratos no se especifica” buena parte de los requisitos. Morera puso el siguiente ejemplo: “Nosotros, en nuestros hospitales tenemos habitaciones con dos individuos; en la concertada no podemos exigir dos, porque no está en los contratos”.
Según precisan fuentes de la Consejería de Sanidad, esta “homologación” de los convenios, que llevará en total algo más de tres años, no implica la ruptura de los conciertos sanitarios y su asunción por la sanidad pública. Se trata, explican, de adaptar unos acuerdos “que en algunos casos se firmaron en los años 60 y se han renovado de manera automática” a la realidad asistencial actual.
Desde el departamento se detalla que hay un equipo de nueve técnicos dedicado a la revisión de cada uno de los contratos para adaptar sus pliegos de condiciones y dotarlos de “base legal”. El área de Atención Hospitalaria supone el 60 por ciento de los convenios que el Servicio Canario de Salud (SCS) mantiene con empresas sanitarias privadas.
“Los ratios de personal sanitario o de número de camas eran muy distintos cuando se firmaron”, agrega un portavoz de la consejería, que pone de relieve que las concesionarias fueron informadas a comienzos de esta legislatura (hace 11 meses) del proyecto y se han mostrado colaborativas. “Algunas de ellas están acometiendo ya obras para adaptarse a los nuevos pliegos”, añade.
Resonancias magnéticas
Otro de los objetivos de Morera es aumentar el número de resonancias magnéticas que se realizan en la pública. “Somos la comunidad con menos resonancias públicas por habitante”, ha explicado el consejero, quien ha anunciado que este año se instalará una nueva máquina para realizar estas pruebas en Gran Canaria (que tenía tres, frente a las dos de Tenerife). El año que viene se prevé instalar una en Fuerteventura, otra en Lanzarote y una tercera en La Palma.
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