Vista aérea del HUCA.
25 may. 2016 10:20H
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POR REDACCIÓN
La Consejería de Sanidad ha puesto en marcha la Oficina de Evaluación de la Tecnología Sanitaria del Principado de Asturias (Oetspa) con el objetivo de favorecer el uso más eficiente de todos los recursos humanos y asistenciales del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), además de fomentar las mejores tecnologías sanitarias y favorecer el abandono de las menos seguras.
Este tipo de agencias, que ya existen en otras comunidades autónomas como Andalucía, País Vasco, Madrid, Galicia o Canarias, o en el Instituto de Salud Carlos III, se ocupan fundamentalmente de investigar y examinar el valor y contribución de cada tecnología sanitaria a la mejora de la salud individual y colectiva, teniendo en cuenta también su impacto económico y social.
Entre sus funciones principales están las de informar sobre la introducción, difusión y uso de tecnologías sanitarias; realizar transferencia del conocimiento de los estudios científicos; y asegurar una metodología de calidad para la elaboración de productos basados en la evidencia.
La directora general de Innovación, Concepción Saavedra, señala que esta oficina busca “proporcionar información fiable, relevante y útil al conjunto del sistema sanitario para la toma de decisiones, así como contribuir a la introducción ordenada de las tecnologías mediante el establecimiento riguroso de su grado de idoneidad para contribuir a su uso apropiado. Lo que definimos como hacer las cosas correctas, correctamente”.
La Oetspa estará integrada por un coordinador; un especialista en medicina preventiva y salud pública con experiencia en evaluación de tecnologías sanitarias, epidemiología clínica, docencia e investigación; una enfermera; y un administrativo. Todos ellos contarán con la colaboración permanente de técnicos de salud de la consejería y del Sespa, responsables de calidad de las áreas sanitaria, documentalistas y y farmacéuticos.
La oficina se encargará de detectar las tecnologías sanitarias emergentes y recomendar su uso si resultan eficaces; elaborar guías clínicas; desaconsejar determinadas técnicas y pruebas que no aporten valor o incluso puedan resultar contraproducentes para los pacientes; y evaluar e investigar las tecnologías sanitarias.
Como agencia de transferencia del conocimiento y difusión de evidencias, también ofrecerá a los profesionales una base de datos con los informes de evaluación de tecnologías sanitarias y las recomendaciones de éstas para pacientes; guías de práctica clínica, y herramientas de ayuda en la toma de decisiones.
En el ámbito de la calidad, uno de sus objetivos fundamentales es la colaboración con la red española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, formada por las unidades de evaluación de la Administración central y de las comunidades autónomas, que trabajan de manera coordinada, con una metodología común y bajo el principio del reconocimiento mutuo y la cooperación.
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