Exterior del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Uno de los mayores problemas que afectan a la sanidad aragonesa son los colapsos que sufren sus servicios de
Urgencias, sobre todo el del zaragozano
Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Situación que para los aragoneses tiene una causa clara: el
mal uso de este servicio por parte de los ciudadanos. Así lo estiman en 83,4 por ciento de los encuestados
por Heraldo de Aragón, que consideran que el abuso es generalizado.
Las cifras hablan por sí mismas. El
57,3 por cien de los que acudieron a este servicio fueron dados de alta de manera inmediata; además, el 39,8 por ciento se fue a su casa tras someterse a unas pruebas médicas. Así, tan solo el 2,1 por ciento de todos los que acuden a las Urgencias hospitalarias aragonesas son ingresados o derivados a observación. Una realidad que se traduce en un mal funcionamiento del servicio, pues hasta el 84,2 por ciento de los encuestados ha reconocido que su experiencia fue “mala o muy mala”.
En cuanto a las soluciones, los aragoneses creen que la primera de ellas es dar por concluidos los recortes en el área de Sanidad, que en la región dirige
Sebastián Celaya. Acondicionar más salas para Urgencias, reducir el gasto de muchas pruebas, más puntos que presten servicios de Urgencias o las campañas de sensibilización de lo que es un recurso hospitalario como el mencionado son (en este orden) las ideas que más apoyan los aragoneses. Curioso es que, en este sentido, apenas un 7 por ciento de los encuestados lanzan sus
críticas contra la mala organización de los médicos.
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