“El sector hospitalario tiene la obligación de investigar, innovar y aprender sobre nuevas tecnologías”



22 feb. 2013 13:33H
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Redacción. Bilbao
Más del 50 por ciento de los equipamientos de alta tecnología sanitaria se encuentra en el sector hospitalario privado, según ha asegurado el director de Operaciones del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Manuel Vilches, durante el taller “Tecnología e innovación en sanidad privada” celebrado en el XVIII Congreso Nacional de Hospitales que se celebra en Bilbao. Además, Vilches ha destacado dos casos concretos, ya que “el 60 por ciento de las resonancias magnéticas y el 58 por ciento de los PET existentes en hospitales de nuestro país están ubicados en centros privados”. En este sentido, Vilches ha señalado que “el sector hospitalario tiene la obligación de investigar, innovar y aprender sobre nuevas tecnologías para ofrecer al paciente tecnología de calidad que mejore el diagnóstico y tratamiento del mismo”.

Manuel Vilches.

El sector sanitario privado ofrece, por tanto, tecnologías en el ámbito hospitalario que son eficientes, reducen costes y ayudan a mejorar la gestión asistencial del paciente. Por ello, la integración del sector sanitario público y privado es una opción viable para que los pacientes puedan contar con tecnología médica de vanguardia y una asistencia sanitaria de calidad, han explicado los participantes en el taller, donde además se ha destacado que el envejecimiento de la población y el aumento de ciudadanos con problemas crónicos hacen necesario que las instituciones estén preparadas para ofrecer soluciones técnicamente eficientes y económicamente sostenibles, todo ello sin olvidar que el paciente y la calidad del servicio es el punto de partida de todo.

En este sentido, Miren Bagües, directora de Desarrollo en Saludnova (participada por IMQ y Mondragón), ha señalado que “los pacientes crónicos son los que más van a crecer en los próximos años. En el año 2000 sólo suponían el 17 por ciento de la población española, pero se estima que para el año 2050 aumentarán hasta un 27 por ciento. Por ese motivo, es necesario innovar y ofrecer servicios que puedan hacerles la vida más sencilla”.  En cierto modo, se puede decir que la telemedicina se ha convertido en una herramienta eficiente para la telemonitorización de los pacientes crónicos. Y, a modo de ejemplo, menciona distintas plataformas que utiliza el Grupo, entre ellas CarelinePr@ o CarelineH@me.

Las nuevas tecnologías en el ámbito hospitalario persiguen dos objetivos. Por un lado, ofrecer a los pacientes mejoras en la calidad asistencial, y por otro, proporcionar a los profesionales del centro accesibilidad a la información en cualquier momento. En este contexto, Rubén del Pozo, director de Sistemas de Información de Eresa explica que “la interoperabilidad entre las instituciones sanitarias y los proveedores de servicios diagnósticos es un punto fuerte que puede ayudar a ahorrar costes, tiempos o visitas innecesarias”. En línea con ello, del Pozo asegura que “el proyecto Wifis es un buen ejemplo, ya que permite estandarizar procesos y comunicaciones al centralizar el intercambio de la información en un único punto. Así, por ejemplo, mediante esta plataforma se pueden gestionar las solicitudes de derivación y consultas, programar actos médicos o notificar resultados (informes diagnósticos e imágenes médicas) de forma transparente y automatizada entre diferentes instituciones sanitarias o proveedores”.

Otras fórmulas de innovación

Por otra parte, en la jornada se ha analizado la importancia de innovar en los servicios. En línea con ello, Ángel Blanco, director de Organización y Procesos de Capio indica que “la innovación en servicios no ha ido al mismo ritmo que las nuevas tecnologías. Por eso, es necesario plantearse un nuevo modelo asistencial donde concibamos el hospital más como un concepto que como un edificio, funcionemos en red con especialidades multicentro, con movilidad entre hospitales de los profesionales, de los pacientes y sobre todo de la información. Tenemos que hacer las cosas donde está el paciente, fomentar los servicios no presenciales y anticiparnos en la resolución gestionando diagnósticos, tratamiento y cualquier indicador desde el momento en el que lo tenemos sin que las decisiones asistenciales tengan que esperar por “una cita de revisión”. Y añade, “es un reto para nosotros mejorar en el trato, en la personalización y no sólo en el tratamiento, optimizar los procesos -atención en menos de 15 minutos o esperar menos de 15 días para una prueba o una intervención- y buscar la excelencia en cada acto. Si se alinean tres pilares -asistencia, investigación y docencia-, y se utilizan las tecnologías de la información como motor del cambio, “el éxito del modelo está asegurado”.

Asimismo, hay que destacar la complejidad que la sanidad privada desarrolla fruto de los avances tecnológicos y científicos a nivel de Oncología, Neurocirugía, Oncología pediátrica o Cirugía cardiovascular, entre otros. Efectivamente, tal y como se pone de manifiesto en el estudio BEST, los hospitales privados participan en más del 40% de los ensayos clínicos que se realizan en nuestro país. “En los últimos años se ha aumentado la participación de estos centros en las fases tempranas de investigación; de hecho, un 24 por ciento de los ensayos se corresponden con las fases I y II. Además, este mismo estudio señala que las áreas terapéuticas de Oncología, Cardiovascular y Neurociencia suponen casi el 50 por ciento de los ensayos con participación de los hospitales privados”, explica Manuel Vilches.
Por otro lado, existe otro aspecto que puede mejorar las fórmulas de innovación. Los centros de referencia en especialidades complejas como Oncología o Enfermedades cardiovasculares, pueden contribuir a lograr la excelencia en el cuidado de la salud de la población. En este sentido, Santiago Ruíz de Aguiar, director Médico de Hospital HM Universitario Montepríncipe, de Madrid, asegura que “HM Hospitales  ya contaba con una exitosa experiencia en Oncología; por ello, decidimos extender el modelo a otros campos y elegimos el área cardiovascular, creando el Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares. Con la puesta en funcionamiento del CIEC, que se ha acompañado de una inversión cercana a los 3 millones de euros, se ha producido una mejora tanto en resultados de actividad como en resultados clínicos tales como la optimización en la gestión del IAM y de la ablación de la Fibrilación Auricular”.

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