Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico de HLA Centro Médico Zaragoza, analiza la realidad de estas enfermedades

Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico de HLA Centro Médico Zaragoza.
Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico de HLA Centro Médico Zaragoza.


27 sept. 2024 12:20H
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Las enfermedades cardíacas en los más pequeños representan un importante problema de salud, debido a su impacto en el desarrollo y en la calidad de vida de los niños y sus familias. Algunas de estas afecciones pueden ser congénitas, es decir, presentes antes del nacimiento o adquiridas, desarrollándose a lo largo de la infancia, generalmente debido a procesos infecciosos o inflamatorios. En nuestro país, el 35 por ciento de los menores de 1 a 15 años tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular, según la Sociedad Española del Corazón (SEC).

La mayoría de las cardiopatías congénitas no tienen un origen genético, sino que ocurren durante la formación del corazón en el embarazo, estando presentes casi en el 1 por ciento de los recién nacidos. “El corazón es un órgano muy complejo que se forma en las primeras semanas de embarazo y cualquier pequeña alteración puede originar problemas en su estructura o funcionamiento. Hoy en día, es posible diagnosticar algunas de estas anomalías en el interior del útero, durante los controles de la gestación. Sin embargo, otras diagnosticarán durante la infancia, generalmente a través de la realización de una ecografía cardíaca", explica Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico de HLA Centro Médico Zaragoza.

"Aunque la incidencia es elevada, un gran porcentaje de las cardiopatías presentes desde el nacimiento no van a requerir ninguna intervención, solucionándose de forma espontánea a lo largo del tiempo. Sin embargo, las más complejas pueden requerir de tratamiento quirúrgico o intervencionista", agrega el especialista.

Fomentar la salud del corazón en los más pequeños es una gran responsabilidad que recae en los padres. Los hábitos saludables que se establecen en la infancia pueden tener un impacto duradero en el bienestar cardiovascular a lo largo de la vida. Con el aumento de enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la obesidad y la hipertensión, es fundamental que los progenitores adopten medidas preventivas para asegurar el desarrollo de un corazón sano en sus hijos.

“Una dieta equilibrada es crucial para la salud cardiovascular de los niños, ya que establece las bases para prevenir futuras enfermedades cardíacas y promueve un desarrollo adecuado desde una edad temprana. A través de una correcta alimentación, podemos prevenir la obesidad y el sobrepeso, reducir el riesgo de hipertensión o de alteraciones del colesterol y dotar de energía para la actividad física”, afirma el cardiólogo pediátrico. “El ejercicio físico tiene numerosos beneficios tanto a corto como a largo plazo. Ayuda a fortalecer el músculo cardíaco, a mejorar la circulación y a la oxigenación, permitiendo una mejora de la capacidad funcional”, concluye.

Reconocer a tiempo las señales de alerta de una posible enfermedad cardíaca en un paciente pediátrico es fundamental para garantizar un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo. Aunque las enfermedades cardíacas infantiles no son tan frecuentes como en los adultos, su detección puede ser todo un desafío debido a la dificultad de los niños para expresar síntomas y la variabilidad de los signos según la edad.

“Algunos de los problemas cardíacos que aparecen en la población pediátrica pasan inadvertidos y son detectados tras alguna exploración rutinaria por parte del pediatra en forma de soplos u otras alteraciones en la auscultación. Sin embargo, en caso de aparecer sintomatología, hemos de diferenciar al recién nacido o lactante del niño un poco más mayor. Los más pequeños suelen tener síntomas como dificultad para la alimentación por cansancio, problemas para ganar peso o dificultad respiratoria. Por otro lado, los niños más mayores presentan una cuadro clínico más parecido al de los adultos como cansancio, dolor en el pecho, palpitaciones, desmayos, etc.”, indica Clavero.


Diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardíacas infantiles


El diagnóstico de enfermedades cardíacas infantiles ha evolucionado con el uso de técnicas de imagen avanzadas como la resonancia magnética cardíaca y la tomografía computarizada, ofreciendo una visualización detallada del corazón. En cuanto al tratamiento, los avances en cirugía mínimamente invasiva, el cateterismo intervencionista y la electrofisiología están transformando la atención médica, proporcionando soluciones menos agresivas y con menores riesgos para los pacientes jóvenes.

“Los avances recientes en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardíacas pediátricas han mejorado la detección temprana y la precisión de los tratamientos, ofreciendo soluciones menos invasivas, más eficaces y con menor tiempo de recuperación. Esto ha tenido un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes pediátricos y en las tasas de supervivencia, con un enfoque más personalizado para cada niño”, explica el profesional. Además, añade que “respecto a las arritmias, se han desarrollado técnicas cada vez más precisas y con menos riesgo de complicaciones a través de navegadores, tanto para el diagnóstico como para su tratamiento a través de la ablación. Estas innovaciones están permitiendo a los pacientes pediátricos con enfermedades cardíacas llevar una vida con menos complicaciones y hospitalizaciones. Los procedimientos menos invasivos permiten una recuperación más rápida, lo que significa que pueden regresar a la escuela, practicar deportes y participar en actividades cotidianas sin tantas limitaciones”.

El seguimiento a largo plazo de los pacientes con enfermedades cardíacas ha mejorado considerablemente gracias a los avances en tecnología, la monitorización remota y la personalización de la atención médica. “Este seguimiento es crucial, ya que muchos niños con cardiopatías congénitas o adquiridas requieren una monitorización continua para evitar complicaciones y garantizar una buena calidad de vida. La periodicidad de las revisiones de los niños que padezcan problemas cardíacos es muy variable y viene determinada por la gravedad y la situación en la que se encuentre el paciente. Mi experiencia en HLA Centro Médico Zaragoza, ha sido muy positiva y enriquecedora siendo el enfoque integral que se brinda no sólo al niño como paciente, sino también a la familia, uno de los aspectos que más me ha impresionado. El equipo médico está muy comprometido en involucrar a los padres en el proceso de diagnóstico y tratamiento, generando así un entorno de confianza y seguridad. Además, el trabajo coordinado con equipos multidisciplinares, colaborando estrechamente con otros especialistas, enriquece la atención integral que ofrecemos”, concluye el doctor.
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