Redacción. Madrid
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han desarrollado una nueva técnica de resonancia magnética que permite acelerar y mejorar la detección del daño sufrido por el corazón tras un infarto.
Mediante un cambio del código de programación de este técnica de diagnóstico, consiguen localizar de forma más rápida el aumento del contenido de agua (edema) en el músculo cardiaco como consecuencia de un infarto o una infección, algo que hasta ahora se podía hacer pero requería de mucho tiempo para la realización del estudio y posterior interpretación de los resultados.
Valentín Fuster, presidente del CNIC.
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El procedimiento, denominado Fast T2-Grase, se ha validado en un estudio realizado en modelo preclínico que se ha presentado este fin de semana en el Congreso Anual del Colegio Americano de Cardiología que se celebra estos días en San Diego (California,
Estados Unidos), donde ha sido ha sido distinguido como el estudio español mejor valorado.
Además, los autores aseguran que supone una revolución ya que la técnica se podrá implementar en cualquier equipo de resonancia para mejorar el estudio del daño sufrido en el corazón de los pacientes.
La resonancia magnética es una técnica muy útil porque aporta una gran cantidad de valiosa información sin utilizar radiación como hacen otras técnicas de imagen aplicadas a pacientes, según ha destacado Valentín Fuster, director del CNIC y también autor del estudio.
Su continuo movimiento, un problema hasta ahora
Sin embargo, hasta ahora una de las grandes dificultades que presenta su uso para el estudio del corazón, respecto a otros órganos, es que éste está en continuo movimiento, "lo cual hace necesario la implementación de algoritmos especiales para la correcta visualización del mismo".
Aunque existen otras técnicas mucho más precisas y de más objetiva interpretación para detectar el daño del corazón, para su realización se requiere que el estudio de resonancia cardiaca que se esté haciendo a un paciente se prolongue mucho en el tiempo, además de no poder realizarse en cualquier equipo del mercado por no estar disponible para todos los fabricantes.
Por todo ello, estos métodos han quedado relegados al mundo de la investigación, cuando paradójicamente son los más útiles para estudiar el corazón de los pacientes de una forma correcta. El trabajo se enmarca dentro de la colaboración científica estrecha entre el CNIC y Philips, cuyos investigadores están integrados en el equipo investigador de este trabajo.
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