María Márquez / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
Pese al ajustado presupuesto ministerial del presente año, la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación está prestando un interés especial a la ‘tercera pata’ de su cometido. Por ello, la estrategia de interoperabilidad que se viene desarrollando desde hace años en el Ministerio de Sanidad cobra en 2013 un nuevo impulso con proyectos como el de la base de datos clínicos de Atención Primaria (AP). Otras estrategias prácticamente culminadas, como la receta electrónica o la Historia Clínica Digital interoperable, podrían zanjar también sus últimos detalles.
¿Qué retos supone la interoperabilidad en la agenda del Ministerio de Sanidad?
Mercedes Vinuesa, directora general de |
Se trata conectar registros de todas las comunidades, clínicos y de receta. Seguir al paciente a través de todo el territorio. Es un proyecto de gran envergadura que empieza con la tarjeta sanitaria del Sistema Nacional de Salud (SNS). El objetivo, establecer una base, un código, que se ofrece de manera vitalicia a cada ciudadano. Supone mucho esfuerzo, continuada, por parte de las autonomías, un gran compromiso. Es un proyecto tecnológico importante.
¿Cuentan con plazos para completar la estrategia definitivamente?
Falta fundir la base de datos del SNS con la del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Ahora está actualizada, como no se había hecho nunca.
En este proyecto de tarjeta sanitaria interoperable, ¿tendrá algún impacto las tarjetas proyectadas por algunas autonomías para dar cobertura al inmigrante irregular?
Los registros sanitarios están catalogados y unificados. No hay inconveniente por este tipo de asistencia.
¿Cuándo será interoperable también en la Unión Europea?
Es una cuestión que nos lleva al siguiente peldaño, la Historia Clínica Digital (HCD). Es un trabajo muy técnico de más de 30 sociedades científicas, comunidades autónomas y Ministerio, con una evaluación por consenso. Será posible con un dispositivo que asocie el registro clínico al código de tarjeta. Se evitarán duplicidades y la atención sanitaria será de mucha más calidad, y más segura.
El dispositivo tecnólogico está culminado desde el nodo centralizado, solo falta cumplir plazos previstos. En España hay más de 16, 5 millones de registros conectados. Falta definir qué consensuamos con la Unión Europea, de hecho en España ya hemos conectado algunos registos con Francia. Vamos muy por delante de otros países, solo hace falta que el resto se conecte. Tenemos mucho que ofrecer técnica y tecnológicamente al resto de la Unión Europea.
En cuanto a la Historia Clínica Digital, hay autonomías que han llevado la delantera. ¿Está el Ministerio satisfecho con la evolución general de este proyecto?
Todo ha sido fruto del consenso y la planificación. En la conexión, había autonomías dispuestas a conectarse hace más tiempo, sin embargo, en la extensión dentro del propio territorio van por detrás que otras comunidades que han entrado posteriormente. Esto es parte de la planificación y del dispositivo. Lleva detrás un trabajo muy importante. Hay comunicación permanente entre ministerio y comunidades autónomas, resolvemos dudas y ayudamos a tomar decisiones continuamente.
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¿Se plantean que el ciudadano acceda a la información? La Consejería del Principado de Asturias ya ha habilitado un mecanismo...
Es una parte del proyecto. En todas las autonomías con registros comunicados, los ciudadanos tienen las mismas opciones: ver informes, pedir una segunda opinión, acceder a sus pruebas…
¿En qué lugar queda la interconexión con datos con la sanidad privada?
Hay que finalizar la interconexión con la parte pública, en un futuro probablemente se hará. En cualquier caso, en la situación en la que estamos ahora permite a los ciudadanos ofrecer a un médico de la sanidad privada sus datos clínicos.
La receta electrónica ha contado con una aplicación desigual entre las autonomías...
Aquí hay dos ámbitos: el local, y el de interoperabilidad. Es importante que el paciente no necesite el papel. El nivel de desarrollo es muy complejo: conexión de oficinas de farmacia, centros sanitarios, colegios profesionales… Desde el punto de vista técnico es muy complejo. Estamos ya en fase de pilotaje para interconectar entre autonomías.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha mencionado en varias ocasiones que el presente año es clave para el desarrollo de todas estos proyectos...
Efectivamente, es un año clave. Los proyectos pasan por fases que desde fuera parecen mucho más lentas pero que requieren que el ritmo sea así, mientras que la fase de conexión es mucho más rápida. Este año será suficiente para el desarrollo y la planificación. La conexión de todas las autonomías no sé si va a ser el cien por cien, pero sí muy alta.
¿Qué importancia le otorgan a la fura Base de Datos Clínicos de Atención Primaria?
Es capital, hasta ahora los profesionales de AP no exploraban en datos como los de especializada. El objetivo: decisiones clínicas para el paciente y gestión del SNS. Siempre hay tres pilares: Administración y gestión, profesional y paciente. Los profesionales lo pedían a voces, porque no han tenido la oportunidad de verlo como en la especializada y la gestión hospitalaria. No es solo una exigencia del profesional, sino que es de sentido que tengan esa información.
¿Maneja algún plazo que nos pueda adelantar?
El pilotaje será este año para empezar ya con datos en 2014.
¿Cuál es la posición de España en el área de Indicadores Clave (de Calidad) del Sistema Nacional de Salud con respecto a los datos de la OCDE?
Es un espejo muy gráfico de cómo estamos por encima. Invito a los espectadores a que lo analicen en la web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, donde están todos los datos. Es una de las cosas de las que podemos presumir con respecto a la OCDE.
¿Cómo se conjugan las estrategias de innovación con el ajuste presupuestario?
La directora general, en un momento de la entrevista. |
Lo hemos priorizado en este último año de manera muy selectiva. Intentamos buscar proyectos que den valor al Sistema Nacional de Salud. Las tecnologías de la información y la comunicación son una parte muy importante. Los dispositivos se estudian en el Insituto de Salud Carlos III y también en las comunidades autónomas. Fomentaremos las tecnologías que tengan claramente demostradas la eficiencia y la efectividad.
Cada euro tiene un valor muchísimo mayor que en épocas anteriores. Por otro lado, en la orientación hacia el paciente crónico hay un componente innovador que estamos estudiando de la mejor manera con las comunidades autónomas.
¿Qué retos más inmediatos se plantea en este ámbito?
La innovación es interesante enfocándola desde dos puntos de vista: la tecnologías, y los procesos clínicos y cronicidad. La atención al crónico será un punto de inflexión en el Sistema Nacional de Salud.