Morgan Stanley le echa el ojo a la biotecnología

James Gorman, consejero delegado y presidente de Morgan Stanley, y Umberto Stefanutti, director general de Biogen Idec en España.

Eduardo Ortega Socorro. Madrid
Morgan Stanley, una de las agencias evaluadoras de inversión más grandes del globo, le ha echado el ojo en la biotecnología farmacéutica. Desde esta semana, ha comenzado a puntuar y cubrir a varias compañías del sector, en el que recomienda invertir dado que de unas ventas de 175.000 millones de dólares durante los últimos 5 años pasará a unas de 335.000 millones en el próximo lustro.

Las recomendaciones se centran particularmente en Biogen Idec, que pone en la categoría de ‘overweight’, que implica las acciones de la compañía está al alza. La causa se encontraría en los buenos resultados que se esperan de las ventas europeas de la compañía, particularmente de Tecfidera, para tratamiento de la esclerosis múltiple. De hecho, según la consultora EvaluatePharma, este medicamento va a estar entre los 20 más vendidos del Mundo, con unos 3.779 millones de dólares.

Por otro lado, ya en la categoría de ‘equalweight’ se encuentran compañías como Gilead y Celgene, ‘biotech’ cuyo valor de acciones va a mantenerse estable.

Los analistas de Morgan Stanley también han comenzado a calificar a Amgen, Regeneron, y Pharmacyclics.

¿Que Morgan Stanley haya dirigido su atención a la biotecnología farmacéutica implica que las compañías son valores seguros para la inversión? “Ya lo eran antes”, explica Rafael Camacho, analista de The Wandering Innovator. “Los principales fondos de inversión son los que más han invertido en las ‘biotech’ en los últimos cinco años. Ya no son valores emergentes, sino consolidados”.

Crisis en la industria farmacéutica

Por otro lado, Camacho niega que las biotecnológicas “hayan robado inversión a los laboratorios tradicionales. Lo que ocurre es que la tendencia hacia la biotecnología es creciente y son las propias farmacéuticas las que invierten en biotecnología”.

Afirma, asimismo, que este crecimiento de la confianza en el sector biotecnológico se está dando “a pesar de que se encuentra con unos problemas parecidos a los que se ha encontrado la industria farmacéutica en los últimos años” y que han llevado al cambio del paradigma del sector: una inversión cada vez mayor  en I+D con menos moléculas nuevas y la caducidad de patentes. “Ya está pasando, pero los efectos no son tan catastróficos como preveíamos”. Y es que, Camacho asegura que “los fármacos de marca se van a seguir vendiendo, por menos ingresos, pero se seguirán vendiendo”.