Carlos Valdivia.
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Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
“La Comisión de Salud Pública ha dado la espalda a la población infantil”. Así de rotundo se ha mostrado el vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), Carlos Valdivia, al dar su visión sobre la decisión tomada por Sanidad y los directores generales de Salud Pública de mantener la restricción comercial en las farmacias de la vacuna de la varicela. El responsable de la sociedad científica asegura que este bloqueo “da pie a una situación de desprotección infantil” y alerta de que habrá “habrá más casos”: “Esta primavera ha habido un repunte, pero cuando llegue el otoño y el nuevo curso escolar, el aumento será mucho mayor”.
“La Administración ha creado un problema donde antes no lo había al limitar el acceso de las vacunas a los padres que quieran ponérselas a sus hijos”, asevera Valdivia, quien ha señalado que la cobertura que se había conseguido hasta ahora era muy alta. “¿Cómo vamos a estar de acuerdo con que los niños tengan que pasar la varicela?”, añade el vicepresidente de Aepap, en respuesta al hipotético riesgo de desplazamiento hacia adultos (es decir: que de ser una enfermedad eminentemente infantil se traslade a personas con más edad) sobre el que se asienta la decisión decretada.
Según los datos de la Aepap, en torno al 15 por ciento de los casos de varicela tienen complicaciones, y que el 1 por ciento acaba en hospitalización. “No se trata de un simple catarro. Mantener a los niños una semana o diez días, con todas las incomodidades que acarrea esta enfermedad, el gasto en cuidados indirectos y el absentismo laboral de muchos padres que tienen que quedarse al cuidado de sus hijos no es, para nada, banal”, manifiesta Carlos Valdivia, cuyo rechazo comparten otras sociedades otras sociedades científicas, como la Asociación Española de Pediatría (AEP).
¿Razones basadas en recortes?
“¿Habiendo una vacuna eficaz para evitar la varicela en niños, cómo le decimos a los padres que no pueden ponérselas a sus hijos? ¿Qué tenemos que esperar, a que aumenten los casos, a que haya más complicaciones, a que haya fallecimientos? ¿Debemos dejar que los niños sufran hasta que la Administración reaccione?”, se pregunta el responsable de la Aepap, quien también carga contra la “disparidad” de calendarios vacunales existentes en España, ya que considera el común fijado por el Consejo Interterritorial “de mínimos”, al igual que otros compañeros y el propio Comité Asesor de Vacunas de la AEP.
“El calendario común es famélico y no da respuesta a las necesidades sanitarias de los niños. Está muy afectado por los recortes sanitarios y es una cuestión de establecer prioridades. Y las vacunas representan una partida muy discreta respecto del total del gasto”, asevera Valdivia, quien concluye que la infancia es “un sector muy vulnerable” donde no debe haber recortes, ya que se ataca a la protección de los niños.
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