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Redacción / Imagen: Adrián Conde / Diego S. Villasante. Madrid Este fin de semana se ha escenificado una fuerte ruptura entre la Organización Médica Colegial (OMC) y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Por un lado, la ausencia poco justificada (al menos a los miembros de la cúpula médica) de la ministra Ana Mato en la inauguración de la III Convención de la Profesión Médica, celebrada en Madrid. Por otro, una dura declaración emitida por la Asamblea General de la OMC, reunida en sesión extraordinaria y urgente, en la que propone a todas las organizaciones profesionales de España una convocatoria consensuada de manifestación en Madrid en defensa de la sanidad pública.
Además, aprovecha para denunciar que "no comparte las medidas de recorte que se vienen aplicando, por entender que ponen en peligro la mencionada calidad y que incluso algunas de ellas atentan contra la seguridad de los pacientes". Pide a sus colegios más actuación contra el conflicto de interés La profesión médica no está afrontando correctamente los conflictos de interés. Eso, al menos, es lo que han manifestado a través de una votación los miembros de los colegios médicos presentes en la mesa dedicada a este tema como parte de la III Convención de la Profesión Médica que ha organizado la OMC en Madrid. En ella, los representantes han abogado por la transparencia, la participación de los colegios en la elaboración de recomendaciones y la creación de agencias de evaluación independientes, informa Carlos Cristóbal. También ha apoyado el concepto de transparencia el presidente del colegio de Barcelona, Miguel Vilardell, para el que el “el conflicto no es inmoral, el problema es cómo afrontarlo”. “Hay que preverlos, no ocultar nada a la hora de afrontarlos y ser consciente de que la prioridad es la atención al paciente”, ha añadido antes de mostrarse a favor de la creación de agencias de evaluación “independientes y con miembros independientes” que creen “guías clínicas de calidad”. Uno de los aspectos más importantes de la reunión ha sido el de la autorregulación por parte de los propios colegios. Un asunto sobre el que De Teresa ha puntualizado que tiene que llegar después de la obligatoriedad de colegiación para los médicos. “Si no es así, el control disminuye”, ha argumentado. En la misma dirección se ha manifestado Rogelio Altisent, cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, que ha pedido que los incentivos y cualquier vínculo con empresas relacionadas se hagan públicos. “Debemos trabajar en esto, porque afecta a la dignidad de la profesión y a la confianza de la sociedad en los médicos”, ha agregado.
Pedro Trillo, presidente del COM de Ourense y moderador, ha dado por finalizada la mesa tras una votación en la que los propios profesionales han valorado de forma negativa la forma de afrontar los conflictos de intereses tanto en la profesión médica como en el ámbito farmacéutico y de la gestión. “Hay que tener, y más en estos momentos, una actividad marcada por la profesionalidad, la moral, la ética y la deontología”, ha concluido. |
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