Jaime del Barrio y Juan Abarca. |
Eduardo Ortega Socorro. Aranjuez (Madrid)
Juan Abarca, secretario general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), considera, a título personal, que el futuro del sistema sanitario público pasa por una reforma que asegure su supervivencia. Dentro de los cambios por los que ha de pasar, opina que va a ser necesario limitar la cartera básica de servicios del Sistema Naciona de Salud (SNS) y que cubra solo atención sanitaria a niños, prevención, urgencias y enfermedades mortales. Sobre la finanaciación del resto de los tratamientos, incluyendo la cobertura de atención a crónicos, afirma, textualmente: “ni copago, ni leches”.
Pero no son las únicas modificaciones que propone el también director general del Grupo HM Hospitales. También considera fundamental cambios en la gobernanza, “hace falta una gestión que coordine todo es sistema”. Además, opina que es fundamental la corresponsabilidad de los ciudadanos: “No se les puede mentir. Hay que decirles que hay que limitar lo financiado y priorizar”.
También reclama una mejora de la eficiencia, que considera que tiene que venir asociada por una mayor colaboración con la sanidad privada. “El problema del sistema público es que administra, no gestiona; es eficaz pero no eficiente”, lagunas que vendría a cubrir un sistema privado, que Abarca considera que en España es “una bendición” e “imprescindible".
Reincidencia en la transparencia
Abarca lanza estos mensajes durante su intervención en el curso 'Presente y futuro de la Sanidad', organizado por el Instituto Roche y la Fundación Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez, este martes, en Aranjuez (Madrid). El secretario general del IDIS también hace una de las reclamaciones cada vez más comunes en el ámbito sanitario, que es el de evaluación de datos y transparencia del sistema público. “De la sanidad pública no conocemos datos, y no sabemos si privada y pública son comparables en calidad porque tenemos datos”. Con todo, asegura que el de la calidad es un factor fundamental para el negocio privado: “El dinero va a la calidad. Si no la hay, el paciente y toda su familia dejan de venir”.
Asimismo, Abarca asegura que el privado “no pretende ser una alternativa al sistema público. Yo apuesto por el sistema social que tenemos, de cobertura universal, pero hay que aprovechar los recursos lo máximo posible, y para ello se tiene que potenciar la colaboración público-privada”, que considera que no está “normalizada” en el ámbito español.
Además, lamenta que la sanidad en España “esté, además de politizada, judicializada. Esto es una desgracia que impide los cambios”. Y pone un ejemplo: “lo primero que ha producido la polémica de la externalización en Madrid ha sido que se suspendan conciertos”.