Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
La demanda de una trabajadora social a la Fundación Galega para a tutela de adultos (Funga) ha sentado precedente para que miles de interinos en situación similar a la suya puedan obtener su plaza de indefinida no fija sin tener que opositar. La profesional llevaba desarrollando su trabajo en la citada fundación desde hacía cuatro años y medio, en espera de que se convocara un concurso para ocupar esa plaza, que nunca se materializó. Una situación que ha desembocado en que ahora la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia haya dictaminado que esa plaza fija le corresponde a ella.
“No estamos en presencia de un solo contrato de interinidad por vacante”, explica el texto. “Sino de una vida laboral de contratación temporal irregular y fraudulenta para cubrir un puesto de trabajo permanente que no puede tener otra consideración que la de una indefinición laboral”, continúa. Si bien la parte a la que pueden acogerse el resto de interinos es aquella en la que el Tribunal ha decidido aplicar el artículo legal que estipula que “la relación laboral del trabajador interino por vacante deviene indefinida cuando se supera el límite temporal máximo de tres años para su cobertura desde que la misma quedó desierta”. Es decir, que un trabajador que ocupe un puesto de interinidad durante tres años sin que la Administración lo saque a concurso tiene derecho a reclamarlo como propio.
El Tribunal entiende que “este contrato de interinidad no responde al objeto que se consigna en el mismo sino el de prorrogar formalmente una contratación temporal cuando no existía causa temporal para la misma”.
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